El Federal Bureau of Investigation (FBI) trabaja en el desarrollo de un algoritmo que reconocimiento de tatuajes que permita, además de identificar al dueño, establecer patrones en los diseños e identificarlos con bandas criminales y sus miembros.
La agencia federal ya cuenta con una base de datos que relaciona a una persona con el tatuaje o los tatuajes que adornan su cuerpo. Pero este nuevo algoritmo, como han denunciado desde la Electronic Frontier Foundation (EFF), va más allá.
Este sistema relaciona a una persona a través de su tatuaje con una banda criminal, sin contexto, solo porque su dibujo cuente con patrones que se hayan identificado previamente con un determinado grupo. Sea esa persona o no miembro del mismo.
Pero también plantea un problema de privacidad, puesto que los tatuajes son también una elección de la persona que los lleva en su cuerpo, reflejan sus gustos, preocupaciones, sueños, pero también pueden reflejar sus inclinaciones políticas o religiosas. A veces, incluso, tienen frases o nombres de familiares cercanos.
La citada EFF considera que este algoritmo atenta contra la Primera Enmienda, que recoge la Libertad de culto, de expresión, de prensa, petición y de reunión y así lo ha denunciado tras realizar una investigación.
Este algoritmo ha sido desarrollado por el National Institute for Standards and Technology (NIST), y cuenta con una base de datos de más de 15.000 imágenes procedentes de detenidos y presos que, como también ha denunciado EFF, ha sido facilitad a terceras compañías que no ofrecen garantías de seguridad ni privacidad sobre los datos.
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