El duro relato de la niña que fue quemada por su padrastro y se tuvo que operar 74 veces

  • Todo se puede superar, asegura: "Aunque nos pasen cosas muy duras, podemos salir adelante, siempre que queramos hacerlo".

    "Él me agarró del pelo, me metió toda la cara en el fuego y me dijo que ya no sería la princesita de papá", recuerda Jenifer.

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Todo ocurrió hace casi diez años Asunción, Paraguay. El 29 de julio de 2007 Jenifer Segovia vio cómo su cuerpo cambiaría para siempre. Su padrastro entró en la habitación, arrojó una botella de thinner al suelo, encendió una cerilla y la lanzó sobre él. Comenzó a arder y con ello Jenifer que vio cómo sufría quemaduras del 47% del cuerpo.

Toda la habitación estaba en llamas, mientras su padrastro permanecía en la puerta impidiéndole el paso y, cada vez que ella se acercaba, la empujaba hacia el interior. Tenía tan solo diez años y tuvo que estar ingresada en la unidad de quemados durante más tres meses. 

Jenifer cuenta su historia en una entrevista con Efe y envía un mensaje a los niños que viven situaciones semejantes a la suya: "Aunque nos pasen cosas muy duras, podemos salir adelante, siempre que queramos hacerlo".

Para Jenifer, su padrastro actuó movido por el miedo o por los celos con la intención de hacerle daño a su pareja, sabiendo que el mayor perjuicio que se le puede causar a una mujer es a través de sus hijos.

"Él me agarró del pelo, me metió toda la cara en el fuego y me dijo que ya no sería la princesita de papá", recuerda Jenifer. "Él me agarró y me tiró con todas sus fuerzas al suelo. No sabría decir cuánto tiempo estuve allí, pero cuando me desperté me puse muy nerviosa", precisa.

Tras muchos intentos logró salir corriendo de la habitación. Ya en la calle logró que un alma caritativa le llevara al hospital. Infancia muy difícil

"Yo no tuve infancia. Me la arrebataron totalmente. Durante cuatro años, estuve encerrada en mí misma. No quería verme en el espejo. No quería ver a nadie. No quería que nadie me viera. No quería salir. No quería ir al colegio porque los niños que me hacían bullying", detalla.

Jenifer se ha visto sometida a 74 intervenciones quirúrgicas desde el suceso. "Tengo asumido que siempre voy a estar entre quirófanos. Si no es operándome, será operando, porque quiero ser cirujana", indica.

Esta joven que ahora tiene 19 años cursa estudios de técnico en emergencias sanitarias y comienza su segundo año de Bachillerato con el objetivo de llegar a la Universidad para ser médico.

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