MADRID. CARMENA RECUERDA EL ATENTADO A LOS LABORALISTAS DE ATOCHA: “CORRED, CORRED, OS ESTÁN MATANDO”

- En el 40 aniversario de la matanza. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, relató este lunes cómo vivió la matanza de los abogados laboralistas de Atocha del 24 de enero de 1977, donde perdieron la vida cinco compañeros del despacho que ella cofundó. Hoy descubrió una placa en su memoria en el Colegio de Abogados de la capital.
El despacho laboralista, del que Carmena fue cofundadora, tenía alquiladas dos oficinas en la calle de Atocha, concretamente en los números 49 y 55. “Era fácil alquilarlas por unas cantidades que no eran desproporcionadas”, explicó la alcaldesa.
El atentado tuvo lugar alrededor de las 22.30 horas, minutos después de que ella saliera del lugar de la masacre a manos de fascistas.
“Allí estábamos, reunidos unos en un edificio y otros en otro”, recordó. Carmena, con 32 años y siendo la mayor del grupo de jóvenes juristas, salió de las oficinas del número 55 para encontrarse con unos compañeros en el otro despacho: “Fue quitándonos los abrigos cuando oímos las sirenas y vimos un coche de policía”.
“Los vecinos, que nos conocían y nos querían, nos dijeron ‘¡corred, corred, os están matando!’. Nosotros, claro, no nos fuimos”, rememoró la alcaldesa. “¿Qué pasa, que no nos cogen el teléfono?”.
En ese momento fue consciente de lo que estaba sucediendo: Enrique Valdelvira, Luis Javier Benavides, Francisco Javier Sauquillo, Serafín Holgado y Ángel Rodríguez eran asesinados por pistoleros de extrema derecha. “Nuestra primera reacción fue llamar al Colegio de Abogados”, explicó.
“ESCANDALOSAMENTE JÓVENES Y HIPPIES”
“Nosotros participábamos con un gran entusiasmo” por el Derecho, destacó Carmena. “Éramos escandalosamente jóvenes y, probablemente, un poquito ‘hippies’”, recordó, pero “estábamos inaugurando una nueva época” y “queríamos acabar con la venganza de la dictadura”.
Alejandro Ruiz-Huerta, único superviviente de la matanza que sigue vivo 40 años después, aseguró tras el descubrimiento de la placa que “no podemos olvidar jamás” lo que ocurrió aquel 24 de enero. “Hay que decir sus nombres despaciosamente, nombres que ponen armonía en el universo”, dijo.
Por su parte, Francisca Sauquillo, hermana del asesinado Francisco Javier Sauquillo, apuntó que “los asesinos querían coartar las libertades y la democracia, pero les salió mal”. Y es que “lo que no consiguieron es frustrar el ansia de libertad y democracia” de los jóvenes abogados laboralistas, indicó.

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