A los australianos no les gusta compartir territorio con miles de soldados estadounidenses

  • Estados Unidos está fortaleciendo lentamente sus alianzas en la región de Asia-Pacífico debido al temor del ascenso de China. Pero los australianos se muestran divididos ante la idea de que EEUU pueda enviar hasta 2.500 soldados a su territorio.
President Obama Visits Australia - Day 2
President Obama Visits Australia - Day 2
Freya Petersen, Brisbane (Australia) | GlobalPost

Cuando el presidente Lyndon Baines Johnson fue a buscar más apoyo para la escalada militar de EEUU en Vietnam, el recientemente nombrado primer ministro australiano, Harold Holt, anunció que su país iría "hasta el final con Lyndon B. Johnson (LBJ)".

La consigna caló a finales de los años 60 en Australia, y en ese momento se circunscribió a la preocupación estadounidense por la rápida expansión del comunismo en Vietnam del Sur que estaba siendo superado por el norte comunista.

Desde que los británicos cedieron Singapur a los japoneses en 1942, Australia ha buscado la protección de los que percibe como agresores para su zona norte, especialmente Indonesia, la nación musulmana más poblada, situada a menos de una hora de vuelo de Darwin.

A los australianos, que han prestado apoyo militar a todas las principales campañas lideradas por Estados Unidos durante este siglo, incluyendo a Corea, las dos guerras en Irak y, a pesar de la amplia oposición pública, la de Afganistán, se les podría perdonar que piensen que han estado hasta el final con LBJ desde entonces.

Desde que el presidente Barack Obama anunciase la futura presencia de sus tropas, con hasta 2.500 efectivos, en una nueva base militar de carácter permanente en Australia, las reacciones han ido desde la hosca resignación a la indignación por la aprobación tácita.

De lo que hay pocas dudas y mayor consenso es sobre cuál es la razón de EEUU para "quedarse".

"Esto tiene que ver con el ascenso de China, la modernización del Ejército Popular de Liberación y, en particular, se trata de una mayor vulnerabilidad de las fuerzas de EEUU en Japón y en Guam ante la nueva generación de misiles chinos", según ha declarado a la prensa Alan Dupont, profesor de seguridad internacional en la Universidad de Sydney.

"Los nuevos misiles chinos podrían amenazar de una manera de la que nunca antes han sido capaces, por lo que EEUU está empezando a cambiar la posición que mantenía sobre ellos para ser menos vulnerables.  Ahora, la "Tiranía de la distancia" de Australia se ha convertido en una ventaja estratégica clara.

Dupont fue uno de los varios expertos que vincularon directamente los intereses de EEUU en instalaciones militares australianas debido al surgimiento de China como una potencia económica y militar.

Y no estaba solo al alertar de graves consecuencias para las relaciones de Australia con sus vecinos asiáticos.

"Estados Unidos está fortaleciendo, lentamente pero sin pausa, sus alianzas en la región de Asia-Pacífico debido al temor del ascenso de China", ha explicado John Mearsheimer, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Chicago", explica. "La mayoría de los vecinos de China también están preocupados por las implicaciones de una China más poderosa, lo que está causando que miren a Washington en busca de ayuda.

"Por supuesto, todos estos movimientos parecen amenazar a China, lo que hará que Pekín aumente el tamaño de su Ejército, que, a su vez, asustará a los vecinos de China y a Estados Unidos, y les enseñará a fortalecer aún más sus fuerzas militares para que puedan contener a China. Este es el clásico dilema de la seguridad que está en juego, y es probable que conduzca a problemas".

Hugh White, profesor de estudios estratégicos en la Universidad Nacional de Australia y ex secretario adjunto de defensa, denominó la ampliación de la presencia militar de EE.UU. en el norte de Australia "como un movimiento muy significativo y potencialmente arriesgado para Australia."

"Desde la óptica de Pekín, todo lo que está haciendo EEUU en el Pacífico occidental está diseñado para reforzar la resistencia a la amenaza china sobre la primacía de EEUU" dice. "En Washington y en Pekín, esto será visto como que Australia se alinea con la estrategia estadounidense para contener a China.

El Partido Verde de Australia, que tiene los votos clave en el Parlamento, considera que la medida en el mejor de los casos molestará a los vecinos de Australia, incluyendo a China, y en el peor que se convertirá en un mayor objetivo militar.

El líder de los Verdes Bob Brown dijo a la prensa que "tenemos una relación muy buena con EEUU y queremos mantener eso, pero también dependemos de una buena relación con nuestros vecinos. China tiene armas nucleares que podría lanzar contra Australia".

Sin embargo, los principales oponentes políticos del Gobierno apoyan la idea de una mayor presencia militar de EEUU La portavoz de Asuntos Exteriores, Julie Bishop, dijo que la cooperación militar beneficiaría la seguridad y proporcionaría recursos adicionales para el alivio de desastres naturales.

Y la presencia de botas estadounidenses en suelo australiano no es nada nuevo.

Bajo el Tratado de Seguridad ANZUS (Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos), las fuerzas de EEUU han estado utilizando las instalaciones de Australia desde hace 60 años con la promesa (aunque no es garantía, si lees la letra pequeña) de echar una mano con ayuda militar si sus vecinos del sur lo necesitan.

 

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