"A nivel mundial la situación ha empeorado muchísimo", sentencia Miguel Ángel Ramiro Avilés, subdirector del Instituto de Derechos Humanos Bartolomé de las Casas. Según el doctor en Derecho, "últimamente ha habido retroceso en derechos civiles y políticos en pro de la seguridad".
Aunque reconoce que los Objetivos del Milenio "han hecho que países como China hayan avanzado mucho, pero tampoco es el paradigma", concreta Ramiro. La ONG Freedom House define que solo el 20,43% de los países que forman el Comité de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas son totalmente libres.
"Cada vez más activistas chinos pro derechos humanos pagan un alto precio", dice el informe anual de Human Rights Watch (HRW). Las consecuencias de la mala relación entre China y los derechos humanos se pueden ver hoy mismo. El Nobel de la Paz de 2010 ha ido a parar a Liu Xiaobo, pero el activista chino no podrá asistir al evento en el que se le iba a entregar en persona por encontrarse encarcelado por el régimen chino.
Suecia y Canadá, las favoritas
"Encerrado por lo que piensa sin haber hecho nada" es como define Ramiro la situación de Xioaobo. En el otro extremo encontramos a Suecia, "el paradigma de los Derechos Humanos", aunque explica que si tuviera que irse a algún país por la calidad de sus derechos civiles, iría a Canadá. Las políticas que han tenido "no han sido el ideal pero han hecho que sea un sitio al que mirar".
Según la organización Human Rights in Canada, desde 1961 el país no ha dado marcha atrás en los derechos de sus habitantes. No ocurre lo mismo en otros muchos países. Ramiro explica que todo depende del contexto. No es lo mismo hablar de derechos humanos en España que en la frontera de México con EEUU, "allí, el primer derecho que pierdes es el de la vida", dice.
¿No existe la perfección?
Pero hasta los mejores tienen sus más y sus menos. Según el informe de Amnistía Internacional de 2010, el "Parlamento de Suecia criticó el uso de pulverizadores de pimienta por parte de la policía […] contra personas que ya tenía controladas". También critica que "no tipifico la tortura como delito en su Código Penal".
"Suecia tiene un plan bastante bueno pero tiene brotes de xenofobia" concreta Ramiro. Para el subdirector del instituto, que los derechos humanos sean universales "es una utopía que nunca se va a ver plenamente realizada".
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