Aunque fuera gay, el asesino de Orlando actuó más por odio religioso que por 'homofobia interiorizada'

La homofobia interiorizada, esto es, los sentimientos negativos que experimenta una persona homosexual hacia la propia condición sexual puede conducir a patologías psicológicas como la depresión, la ansiedad y en casos extremos, a la violencia. Pero por lo general se trata de una violencia contra sí mismo, que en ocasiones puede llegar al suicidio.

Los psicólogos conocedores de este tipo de patologías, consultados por lainformacion.com, estiman que no puede concluirse que el atentado de Orlando, en que murieron 50 personas acribilladas por un cliente habitual del local, obedezca a un caso extremo de homofobia interiorizada. “Está claro que el atentado tenía un objetivo muy definido, la comunidad gay, pero la motivación principal parece evidente: el odio religioso”, explica la psicóloga y divulgadora Irene López Assor.

Omar Mateen, natural de Nueva York e hijo de padres afganos, era cliente habitual del pub gay sobre el que luego atentó. Investigaciones posteriores han revelado que también era usuario de ‘apps’ de intercambio de parejas homosexuales. Un asistente habitual del pub Pulse ha declarado que Mateen, que declaró su fidelidad al Estado Islámico antes de morir en el enfrentamiento con la policía, participaba en un chat homosexual y que durante un año había intercambiado mensajes con él.La mayor violencia contra gais procede de heterosexuales

Los psicólogos consultados sobre la posibilidad de que Omar Mateen sufriera homofobia interiorizada prefieren ser prudentes. “Que una persona frecuente un club gay, o que haya utilizado aplicaciones app no significa necesariamente que sea homosexual”, puntualiza la psicóloga Ana Belén Gómez.

Además, dadas las características del personaje, aun suponiendo que fuera homosexual, en su vida había un componente de odio religioso, que es un factor más relevante para explicar la magnitud del crimen perpetrado.

“La violencia contra homosexuales, en la inmensa mayoría de los casos, proviene de personas heterosexuales que han aprendido a odiar a estos colectivos”, explica Gómez. Y con frecuencia, las ideas religiosas influyen enormemente en este tipo de rechazo.Redención personal

De igual modo opina Irene López Assor. “La elección del objetivo gay puede tener un punto de redención personal”, puesto que no sólo ha querido atentar contra el enemigo occidental sino contra aquella parte que el terrorista podían entender como “parte pecadora” de sí mismo.

“Si se trataba de una persona homosexual que no aceptaba su condición, eligió una forma de simbolizar la muerte de esa parte de su ‘yo’ que le incomodaba”. Era por tanto, una forma de presentarse ante Dios pudiendo decir: “Sí, me porté mal, pero mira lo que he hecho, y contra quiénes lo he hecho, para que me perdones”.

Pero se trataba de una motivación secundaria. Llevar a cabo una matanza de estas características se explica más por causas ideológicas que psicológicas, aunque estas últimas también hayan podido influir de algún modo.

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