Atacan un hospital de Médicos sin Fronteras en Yemen causando tres muertos

    • El hospital de Razeh es uno de los más amenazados por los combates en Yemen, donde MSF ha atendido a más de 20.000 heridos.
    • La guerra en Yemen ha causado ya casi 6.000 muertos, de ellos 2.800 civiles, y desatado una crisis humanitaria.

Un hombre en una cama de hospital tras ser herido por un ataque aéreo en Taiz, Yemen, el 29 de diciembre de 2015 (Foto: AHMED al-BASHA/AFP)
Un hombre en una cama de hospital tras ser herido por un ataque aéreo en Taiz, Yemen, el 29 de diciembre de 2015 (Foto: AHMED al-BASHA/AFP)

Tres personas han muerto y otras 10 han resultado heridas por el impacto de un cohete contra un centro médico en la ciudad yemení de Razeh, al noreste del país, gestionado por la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), según ha informado este domingo la organización en su cuenta de Twitter.

El hospital de Razeh es uno de los más amenazados por los combates en Yemen, donde MSF ha atendido desde el pasado mes de marzo a más de 20.000 heridos y ha distribuido más de 790 toneladas de suministros médicos hasta diciembre de 2015.

La ONG denunció en su último informe sobre su labor en el país las "extremas dificultades para desplazarse y ayudar a quienes necesitan atención médica debido a los enfrentamientos y los ataques aéreos".

Bombas de Racimo

La coalición árabe liderada por Arabia Saudita desmintió el domingo que utilice bombas de racimo en los bombardeos contra los rebeldes hutíes en Yemen.

"Desmentimos la utilización de bombas de racimo en Saná", dijo a la AFP el general de brigada saudita Ahmed al Asiri, portavoz de la coalición.

El general reaccionaba así a un informe de la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) publicado el jueves en el que, citando a habitantes de Saná, se menciona la utilización de bombas de racimo en un ataque de la coalición el 6 de octubre.

El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, mencionó el viernes "informaciones preocupantes" sobre la utilización de este tipo de armamento en las zonas habitadas de Yemen y advirtió que "podría considerarse un crimen de guerra".

Según el general saudita, el informe de HRW "no aporta ninguna prueba" tangible y se refiere a un tipo de bombas de racimo "que no forma parte de los depósitos" de la coalición.

Añadió que el 90% de las operaciones de la coalición en Saná va dirigido contra los lanzadores de misiles Scud y contra ellos "no se pueden usar bombas de racimo".

La comunidad internacional está preocupada por el precio que pagan los civiles en la guerra en Yemen entre los rebeldes chiitas que controlan la capital y buena parte del norte del país y las fuerzas del presidente Abd Rabbo Mansour Hadi, apoyadas por la coalición árabe.

La guerra en Yemen ha causado ya casi 6.000 muertos, de ellos 2.800 civiles, y desatado una crisis humanitaria.

Una bomba de racimo dispersa numerosos proyectiles explosivos de tamaño pequeño. Es un arma eficaz en una superficie extensa pero causa muchas víctimas mortales por lo que la convención internacional de 2008 la prohíbe. Arabia Saudita y Yemen no han firmado este tratado.

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