Berlusconi ha salido con la nariz y parte de la cara cubiertas por espadadrapos. Se ha dirigido directamente al coche oficial que le esperaba a las puertas del hospital y ha saludado con la mano desde su interior a los periodistas que se agolpaban a la salida sin hacer declaraciones.
Después de pasar cuatro días en el hospital, deberá guardar 15 días de reposo absoluto. Lo hará en su residencia en Arcore, a las afueras de Milán, siguiendo las recomendaciones de sus médicos.
El domingo pasado, Silvio Berlusconi fue agredido por un ciudadano tras celebrar un mitinen la Plaza del Duomo en Milán. Massimo Tartaglia, italiano de 42 años, le lanzó una réplica de la catedral de Milán a la cabeza, provocando una fractura nasal y la rotura de un diente al primer ministro, además de otras heridas.
Los ataques de ciudadanos anónimos a altos mandatarios parece haberse convertido en una moda desde el zapatazo al ex presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
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