A Boris Johnson le incomoda hablar del Brexit (y la cocaína), pero es el favorito

  • El exministro de Exteriores elude explicitar un plan concreto para articular la salida de Reino Unido de la UE, pero es el 'tory' mejor valorado.
El exalcalde de Londres y exministro de Exteriores británico, Boris Johnson. (EFE)
El exalcalde de Londres y exministro de Exteriores británico, Boris Johnson. (EFE)

Boris Johnson no es un político al uso. Miembro destacado de esa cohorte de políticos de pelo oxigenado que puebla el espectro más a la derecha de la derecha en todo el mundo, es un hombre impredecible, capaz de hacer campaña a favor del Brexit en 2016 para, después, desentenderse por completo de él cuando Theresa May trató en vano de aprobar hasta en tres ocasiones en la Cámara de los Comunes su acuerdo con la UE para una desconexión negociada. Ahora, tras la caída de la primera ministra, es el favorito para sucederla, con un discurso tan vago como eficaz: aunque ha prometido que el Brexit se llevará a término, con o sin acuerdo, el 31 de octubre (cuando acaba la prórroga concedida por la UE), hasta ahora ha sido incapaz de explicar cómo piensa materializar la salida de Reino Unido. Y tampoco ha querido explicar su relación con la cocaína. 

A pesar de que los plasmas y las ruedas de prensa sin preguntas estén a la orden del día, en Reino Unido se le ve como un líder demasiado esquivo con los medios: desde que anunciase su candidatura para suceder a May, apenas se ha dejado ver en público y solo este miércoles se ha decidido a charlar con los periodistas presentes en el evento a puerta cerrada en el que ha lanzado oficialmente su campaña para las primarias. En él ha precisado que no está "animando a un Brexit sin acuerdo", sino que está "preparando [a Reino Unido] para ello".

Johnson no ha escondido que se trata de una "estrategia de negociación", pero no ha especificado más. Ni una palabra sobre qué tipo de acuerdo negociaría con la UE. ¿El de May revisado? ¿Uno completamente nuevo? ¿Negociado con la oposición? ¿Aprobado en primer lugar en el Parlamento británico? Tampoco ha soltado prenda sobre cómo se articularía un Brexit sin acuerdo, ni cómo prepararía al país a nivel económico y comercial para afrontarlo. Y, por supuesto, ha eludido hablar sobre su consumo de cocaína en el pasado.

La cuestión está en el foco mediático de Reino Unido después de que la semana pasada otro de los candidatos conservadores en las primarias, Michael Gove, admitiese haber consumido cocaína en el pasado. Johnson, que también ha admitido en el pasado el uso de la misma droga, ha evitado el tema. Cuando se le preguntaba el miércoles, Johnson esquivaba tímidamente la pregunta: "Creo que el relato canónico de este evento cuando tenía 19 años ha aparecido muchas veces [en la prensa] y creo que la mayoría de las personas en este país realmente quieren que nos enfoquemos en lo que podemos hacer por ellos".

Un líder esquivo que convence al 37% de los votantes

Sin embargo, este hermetismo parece no importar a los votantes. Desde hace unas semanas, es el candidato principal a suceder a Theresa May en el Partido Conservador, según las principales casas de apuestas británicas: en la web 'Oddschecker' -especialista en comparar por temáticas las diferentes webs de apuestas-, Boris Johnson se paga entre 2 a 1 y 4 a 1 en las casas más importantes de Reino Unido. Le sigue de lejos el ministro del Brexit Dominic Raab (entre 6 a 1 y 9 a 1) y el líder laborista Jeremy Corbyn (entre 6 a 1 y 10 a 1).

Pero Johnson no es solo popular entre las casas de apuestas y las bases conservadoras, sino también entre los votantes en general, después de que un sondeo sobre intención de voto realizado por la firma ComRes para el diario 'The Daily Telegraph' mostrase esta semana que, si fuera líder conservador, el partido conseguiría en las encuestas un apoyo del 37%, 14 puntos más que el porcentaje del que disfruta actualmente.

En este sentido, al margen de que sea el candidato idóneo para llevar a puerto el Brexit, lo cierto es que Johnson es el candidato conservador que más apoyos conseguiría en unas hipotéticas elecciones generales. De hecho, es el único 'tory' que las ganaría, según las últimas encuestas. Quizás por eso, su campaña en las primarias se está centrando en apartarse de los focos y en perder lo menos posible en la carrera por ser primer ministro. El mayor temor es que, como sucediera en 2016 con el referéndum, Reino Unido acabe saliendo de la UE sin acuerdo y el país termine arrepintiéndose de una mala decisión que no podrá cambiar.

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