Brown insiste en que invadir Irak fue lo "correcto"

  • El primer ministro británico, Gordon Brown, ha asegurado ante la comisión independiente que investiga la Guerra de Irak que la decisión de la invasión fue la "correcta". Además, el por entonces ministro de Finanzas del Reino Unido ha insistido en que no escatimó en gastos militares, asunto especialmente polémico en el país por la muerte de numerosos soldados británicos.
Brown comparece hoy ante la comisión que investiga la guerra de Irak
Brown comparece hoy ante la comisión que investiga la guerra de Irak
lainformacion.com / EFE

El primer ministro británico, Gordon Brown, ha asegurado hoy que la decisión de invadir Irak fue la "correcta" y que se tomó "por las razones adecuadas", al tiempo que ha defendido la posterior gestión económica del conflicto.Brown ha realizado estas declaraciones ante la comisión independiente del Reino Unido que investiga la Guerra de Irak de 2003, cuando el ahora primer ministro ocupaba la cartera de Finanzas en el Gobierno laborista de Tony Blair.

Brown ha insistido en que "Irak violaba gravemente la legalidad internacional", aunque ha reconocido que ahora se pueden extraer "lecciones" sobre la manera en que se tomaron ciertas decisiones previas a la invasión y sobre el proceso de reconstrucción posterior del país árabe."Ganamos la batalla en siete días, pero nos llevó siete años lograr la paz", dijo Brown, quien así parece dar por zanjada la difícil situación que vive Irak, aún con importantes problemas de seguridad y numerosos atentados siete años después de la caída de Sadam Husein.

Restricciones en el gasto militar

Con respecto a las supuestas restricciones económicas que impuso para llevar adelante la invasión en su condición de titular de Economía del Gobierno de Tony Blair, el primer ministro ha recordado que en junio de 2002 ya tuvo conversaciones con el entonces ministro de Defensa, Geoff Hoon, para hablar sobre los preparativos de una posible intervención militar."Inmediatamente, le comuniqué al primer ministro que no habría restricciones económicas para el Ejército (...) Le dije desde muy al comienzo que no descartaría una estrategia militar por motivos de coste", ha señalado Brown, que también ha reconocido que "unas opciones militares" eran "más caras que otras".

En los últimos meses, diversos medios han publicado documentos que muestran que Brown bloqueó varias partidas para el envío adicional de helicópteros a Irak y Afganistán, lo que supuestamente expuso a una situación de mayor riesgo a las tropas británicas.Las informaciones fueron ratificadas por el propio Hoon, enemigo político de Brown dentro del laborismo, quien dijo ante la comisión que el hoy primer ministro recortó fondos vitales para el Ejército en los años previos al conflicto y que volvió a hacerlo inmediatamente después de la invasión.

Implicación política

La Comisión también ha indagado hoy sobre su implicación política, dado que Brown siempre ha marcado la distancia con respecto al llamado "núcleo duro" del Gobierno de Blair que tomó la decisión de apoyar a EEUU para derrocar a Sadam Husein por la fuerza.

Otras versiones, sin embargo, lo sitúan entre las personas que más influencia tuvieron en aquellos momentos.A este respecto, Brown ha recalcado que durante las reuniones del Gobierno dejó claro que la acción militar debía ser siempre la "última opción":"Fui muy claro al insistir en que teníamos que agotar todas la vías diplomáticas antes de llegar a la conclusión de que era imposible evitar la decisión de ir a la guerra".

No obstante, ha precisado que nunca tuvo acceso a la correspondencia privada que mantuvieron Tony Blair y el entonces presidente estadounidense, George W. Bush:"No esperaba poder ver  las cartas privadas entre Blair y el presidente".

Inicialmente, los responsables de la comisión habían decidido que Brown testificara pasados los próximos comicios generales en el Reino Unido, que se celebrarán a más tardar el 3 de junio, con la idea de no interferir en el desarrollo de la campaña, pero las presiones políticas y mediáticas hicieron que el propio primer ministro pidiera comparecer antes de esa fecha.

Por ese motivo, aclarar estos asuntos en la cuenta atrás de los comicios puede ser crucial, porque la sociedad británica se opuso de manera abrumadora al conflicto de Irak y porque hay dudas sobre la calidad del equipamiento de las fuerzas armadas británicas tras la muerte de más de un centenar de soldados en Afganistán en el último año.

Las declaraciones de Gordon Brown se producen, además, a dos días de que Irak celebre unas elecciones parlamentarias marcadas por la falta de seguridad en el país y los enfrentamientos entre chiíes y suníes.

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