CAC y Col·legi de Periodistes aconsejan evitar el espectáculo y mostrar como héroes a terroristas

El Consell de l'Audiovisual de Catalunya (CAC) y el Col·legi de Periodistes de Catalunya han publicado unas recomendaciones de estilo para los medios de comunicación sobre la cobertura de atentados terroristas que desaconseja la espectacularización y pide respetar a las víctimas evitando mostrar imágenes muy explícitas y entrevistarlas cuando están en estado de 'shock', así como mostrar como héroes a los autores.

En rueda de prensa, el presidente del CAC, Roger Loppacher, ha explicado que la sucesión de atentados de los últimos meses como los de París y Bruselas les han llevado a considerar que se tenían que hacer recomendaciones específicas, sobre todo porque la cobertura de los atentados "tiene complejidades informativas añadidas".

Entre las recomendaciones, consideran que corresponde a las autoridades determinar formalmente la autoría del atentado y que deben evitarse "especulaciones y rumores" y solo se deben difundir datos de la identidad de los terroristas cuando estén confirmados.

En un acto que ha contado con el presidente de la Asociación catalana de víctimas de organizaciones terroristas (Acvot), José Vargas, Loppacher ha recomendado evitar dar protagonismo a los terroristas para que, entre sus adeptos, "no puedan aparecer como héroes", y preservar lo informativo eliminando cualquier elemento propagandístico y diferenciando claramente los contenidos suministrados por los terroristas.

Ha advertido de que los actos terroristas "los cometen individuos, no países, etnias o religiones", por lo que pide no adjetivar el terrorismo en función del origen, etnia o religión, y ha apostado por ejemplo por usar el concepto 'terrorismo yihadista' en lugar de 'terrorismo islámico'.

Para el CAC y el Col·legi, en la cobertura de estos actos no hay que entorpecer la actuación policial y no dar información táctica cuando se produzcan secuestros o toma de rehenes que pueda ayudar a los captores.

La decana del Col·legi, Neus Bonet, ha explicado que en las recomendaciones también se incluyen a las autoridades y cuerpos profesionales de intervención, a quienes piden que asuman la asistencia a los medios de comunicación "garantizando un trato respetuoso, diligente e igualitario", atendiendo a las demandas de información de los profesionales.

Respecto a las víctimas, no hay que difundir identidades hasta que sean facilitadas de forma oficial una vez informadas las familias y evitar que éstas se puedan enterar de lo ocurrido por los medios, y esta premisa es de aplicación también en atentados ocurridos en países lejanos.

Se recomienda abstenerse a difundir imágenes de cadáveres de víctimas que sean reconocibles para que las familias no se enteren por los medios y se recalca que los supervivientes tienen derecho a la privacidad, que hay que difundir su imagen solo si dan su autorización, y no entrevistarlos en caso de estar en estado de 'shock'.

Sobre la espectacularización, aconsejan evitar que los bucles de imágenes en las tertúlias -vídeowall-- generen un "efecto barroco de violencia y caos" para la audiencia y la reiteración de las mismas imágenes, además de ir con cuidado con las imágenes de archivo.

Del uso periodístico del material audiovisual de videoaficionados, desde el CAC Loppacher valora que "pueden tener contenidos relevantes" pero hay que verificar la autenticidad, citar la procedencia y valorar el interés informativo y social, además de asegurarse que respeta el derecho de las víctimas y la audiencia.

Para los periodistas, piden que las empresas recuerden que también están sujetos al impacto, así que hay que tenerlo en cuenta a la hora de escoger al profesional y valorar si es necesario que reciba posteriormente atención psicológica.