Cameron y Clegg mantienen una nueva reunión

El líder del Partido Liberaldemócrata, Nick Clegg, mantiene reuniones tanto con el líder de Partido Conservador, David Cameron, como con el Laborista, Gordon Brown, tras los resultados de las elecciones del pasado jueves, que obligan a alcanzar un acuerdo para gobernar y la llave la tienen los liberaldemócratas.

Así, Cameron y Clegg mantuvieron una nueva reunión a última hora de este domingo para evaluar los progresos logrados por sus respectivas comisiones negociadoras en las conversaciones iniciadas el viernes para establecer una virtual colaboración de Gobierno, tras el escenario sin mayorías absolutas que dejaron los comicios del 6 de mayo, el primero en 36 años.

Tras la reunión de casi siete horas protagonizada esta jornada por sus equipos, Cameron y Clegg fueron informados de las conclusiones y, aunque en principio no estaba prevista una entrevista entre ambos este domingo, finalmente se vieron por espacio de media hora en el Parlamento. Se trata de la segunda vez ya, tras el encuentro que celebraron el sábado por espacio de 70 minutos en una de las dependencias oficiales, la Admiralty House.

En esta ocasión, según fuentes consultadas por la cadena Sky, los líderes pudieron evaluar cuestiones más concretas que hace 24 horas, después de que las comisiones este domingo reunidas profundizasen en materias clave como la "reforma política"-Cameron ha ofrecido a Clegg impulsar una reforma del sistema electoral mayoritario a uno parcial, posiblemente a través de un referéndum- o la necesidad de impulsar un plan creíble para hacer frente al agujero presupuestario de las arcas británicas.

En cualquier caso, no ha trascendido el alcance de las conversaciones, a la espera de la nueva reunión que, en el plazo de 24 horas, han acordado los equipos encargados de dirigir las negociaciones y que supone un paso significativo para sellar un acuerdo de colaboración definitivo.

Aún así, no fue la única reunión mantenida este domingo por Clegg, quien a media tarde se vio también con el primer ministro británico, el laborista Gordon Brown, en la sede del Ministerio de Exteriores. El objetivo, en este caso, era evaluar la situación, a pesar de que el líder liberaldemócrata ha decidido comenzar a negociar con los ganadores en votos y escaños. Los laboristas todavía mantienen la mano tendida a un acuerdo con los liberaldemócratas, en caso de que las conversaciones en curso finalmente fracasen.