Cancilleres del G7 abren reunión en Hiroshima, marcada por inédita visita de Kerry

Los ministros de Exteriores de los países del G7 iniciaron este domingo una reunión de dos días en Hiroshima, eclipsada por la visita sin precedentes de John Kerry a esta ciudad víctima del primer bombardeo atómico de la historia.

El secretario de Estado es el más alto responsable gubernamental de Estados Unidos que visita Hiroshima. El lunes irá al museo del Memorial por la Paz, y luego rendirá homenaje a las 140.000 víctimas mortales del bombardeo atómico estadounidense del 6 de agosto de 1945.

En una entrevista publicada el domingo por el periódico local Chugoku Shimbun, Kerry evitó la delicada cuestión de unas posibles disculpas oficiales de Estados Unidos por el ataque.

Sin embargo, expresó su "apoyo a un mundo sin armas nucleares" y recordó que "el presidente [Barack] Obama promovió este objetivo y expuso una visión de un mundo sin armas nucleares", en una alusión a un discurso en Praga en 2009.

"Sí, Estados Unidos está comprometido desde hace tiempo en el desarme nuclear mundial", dijo Kerry al periódico japonés.

Japón espera publicar tras el encuentro un documento llamado "La declaración de Hiroshima".

"En esta ocasión, quiero formular un mensaje fuerte en favor de la paz y de un mundo sin armas nucleares", destacó el ministro japonés Fumio Kishida en la ceremonia de apertura de la reunión.

Estados Unidos, convencido de que este bombardeo y el de Nagasaki, tres días más tarde, eran necesarios para obligar a Japón a capitular, nunca ha pedido disculpas. No obstante, el presidente Obama podría visitar Hiroshima aprovechando su viaje a Japón para la cumbre de jefes de Estado y de gobierno del G7, prevista a fines de mayo, los días 26 y 27.

"La cuestión no está en saber si habrá disculpas o no las habrá", dijo a la AFP Sunao Tsuboi, de casi 91 años, superviviente del infierno de Hiroshima que sufrió graves quemaduras cuando el bombardeo. "Lo importante es no repetir más este error".

También es la primera visita a la ciudad para los ministros de Exteriores del Reino Unido, representado por Philip Hammond, y de Francia, las otras dos potencias nucleares del G7.

"Es un momento muy fuerte", declaró a su llegada al aeropuerto el ministro francés, Jean-Marc Ayrault. "Es un lugar simbólico y cargado de ambición para el futuro (...) de cara a un mundo de paz, seguridad y solidaridad. Vemos el camino que está delante de nosotros", dijo a la AFP.

La reunión de este domingo y lunes a nivel de cancilleres inicia una serie de encuentros ministeriales antes de la cumbre de jefes de estado y de gobierno de finales de mayo en Japón.

En la cita se hablará también de "la cuestión del terrorismo, y todas las situaciones de crisis, Siria, Libia y la amenaza de Corea del Norte", explicó Ayrault.

Además de los ministros estadounidense, británico y francés, el japonés Kishida acogió a sus homólogos italiano (Paolo Gentiloni) y canadiense (Stéphane Dion), así como a Federica Mogherini, jefa de la diplomacia de la UE. Sin embargo, el alemán Frank-Walter Steinmeier no pudo viajar de momento por un problema con su avión.

En el parque cercano al memorial de Hiroshima, unos turistas estadounidenses se alegraban por la celebración del G7 en esta ciudad tan simbólica.

"Es importante saber lo que ha ocurrido para que no ocurra nunca más", dijo James Huddleston, de 36 años, que visita Japón con su familia.

Otros se mostraban más críticos. "Han hecho todo este camino hasta Hiroshima para decir que quieren deshacerse de las armas nucleares. ¡No son más que mentiras!", dijo indignada Kyoko Taniguchi.

Ante la estrecha vigilancia de decenas de policías, esta mujer participaba en una pequeña manifestación de 30 personas ante la Cúpula de la Bomba Atómica, el único edificio que sobrevivió al drama.

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