Casarse, comer y trabajar en la Antártida (todo el año)

"Fuera de casa las temperaturas en invierno alcanzan los -20ºC y la sensación térmica [depende de la velocidad del viento] puede llegar a los -50ºC", explica Nelson Muñoz desde la Base Profesor Julio Escudero. Es la única base científica permanente que tiene Chile en la Antártida. Ahora que para ellos es verano, la temperatura sube hasta los 0ºC.

Nelson es electromecánico del Instituto Antártico Chileno (INACH) y coordina los proyectos científicos del instituto en la temporada de invierno, entre los que está el de la medición de la radiación cósmica en la Antártida. Nelson lleva más de un año viviendo allí, y ya conoce hasta el último detalle de la vida en el frío extremo. Su teoría: "el ser humano se acostumbra al medio en el que se encuentra" y termina: "el invierno es duro, pero se soporta bien." Eso sí, cuando hay temporal de ventisca Nelson lo tiene claro: "no se puede salir, puedes perderte en un metro cuadrado".

¿Y ahora qué comemos?

Una de las primeras preguntas que vienen a la cabeza si pensamos en vivir en la Antártida son los alimentos. "Nos escasea mucho el alimento fresco, como fruta, verdura, huevos…", detalla Nelson. El resto de los alimentos dependen solo del stock que tenga en el almacén, "pero la comida que puede congelarse no es el problema".

Hacerse una tortilla francesa en la Antártida depende de la llegada de los aviones. A unos metros de Villa de las Estrellas. La frecuencia de las visitas no es segura, pero según el técnico electromecánico, "el máximo tiempo que ha pasado entre un vuelo y otro es de tres meses".

Boda antártica

Después de ocho meses en la Antártida, Nelson se reencontró con su pareja, Nancy Fuentes. El 4 de junio de 2010 se casaron en la base antártica, acompañados por dos testigos y frente al comandante de la base chilena, Nelson y Nancy comenzaron su aventura antártica y su matrimonio.

Pero no viven solos, otras 13 familias viven allí durante el invierno antártico, "algunas con niños pequeños de todas las edades", dice Nelson por teléfono. Una de la familias que vive allí, son una pareja de profesores. Son ellos los responsables de formar a los jóvenes durante el invierno.

La convivencia no es fácil. A -30ºC no hay muchas cosas que hacer en la calle, así que las actividades en grupo son fundamentales para mantenerse entretenido. "A veces puedes salir a correr" pero si hace mucho frío y quieren hacer deporte, tienen que ir al gimnasio de campaña a jugar al baloncesto o al fútbol.

Vecinos rusos, chinos y uruguayos

"Hace poco fue mi cumpleaños, y los rusos me regalaron una botella de vodka" dice con voz alegre Nancy. Al igual que Chile, otros cuatro países tienen su base de invierno en el archipiélago 'Shetland del Sur'.

China, Uruguay, Corea del Sur y Rusia son los 'países vecinos' y están mucho más cerca que en la realidad. "Están a unos cinco o diez minutos andando o en carrier [vehículo preparado para el hielo y nieve]" explica Nancy. Los que están más lejos son los coreanos, "hasta allí hay que ir en helicóptero, pero también tardamos cinco minutos".

"Los miércoles y los jueves por la tarde es cuando nos reunimos las mujeres", explica Nancy. Durante esas tardes se reúnen y hacen costura, pintan, toman café o juegan al bingo. Por su parte, los hombres hacen lo mismo, "cuando volvemos del trabajo nos quedamos en casa de alguno y cenamos juntos".

Pero también se pueden hacer cosas en el exterior. "Hacemos excursiones por aquí cerca, y si hace buen tiempo podemos ir a la pingüinera o al Glaciar Collins", dice Nelson.

Qué pasa si me olvido el cepillo de dientes

En caso de dejarte algo en el continente, no hay problema. Puedes conseguir que te traigan lo que sea, "lo que no sabes es cuándo llegará".

Cuando Nancy estaba preparando sus maletas para instalarse en la Antártida, su marido no le dijo que allí las mujeres se ponían los tacones al entrar en las casas. Además de quitarse la ropa polar, las mujeres se ponen los zapatos que llevan en la mochila. La primera vez que se reunió con las otras familias Nelson se dio cuenta de que no se lo había comentado a Nancy, pero ya tiene allí su "ropa de ciudad".

Nancy y Nelson lo tienen todo en la Base Escudero. Nelson tan solo echa de menos "el ladrido de un perro", pero su mujer es rápida al responder: "nada" dice alegre, "me encanta el frío".