Northlandz se llama la ciudad que soñó y construyó Bruce Williams Zaccagnino, un hombre fanático de los trenes que llevó su pasión y amor por estas máquinas a otro nivel.
Hoy día, su hobby tiene unos cuatro mil metros cuadrados y cuenta con más de 8 kilómetros de rieles y 400 puentes que abren camino a unos 100 trenes. Además, la estructura tiene unos 3.000 edificios en miniatura y 50.000 árboles con una extensa zona de cañones.
Todo esto le costó a Williams Zaccagnino 16 años de trabajo, miles de horas de su tiempo libre y bastante dinero... Un esfuerzo que para él valió la pena. "Muchos visitantes dicen que es una de las maravillas del mundo", declara orgulloso en una entrevista para DailyMail.
Para su mayor satisfacción, el libro de los Records Guiness reconoce este trabajo como el más grande del mundo. Un sueño a lo grande.
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