Ciudades verdes: ¿te atreves a vivir en una?

  • Existen pueblos y comunidades de vecinos alrededor del mundo donde luchan por emitir la menor cantidad de CO2 posible. También hay proyectos inmobiliarios para construir ciudades ecológicas. Pero, ¿están hechas para todo tipo de persona?

El pueblo inglés de Ashton Hayes quiere acabar con las emisiones de CO2
El pueblo inglés de Ashton Hayes quiere acabar con las emisiones de CO2
Foto cedida por el proyecto "Going carbon neutral" de Ashton Hayes

"Si cada habitante del mundo viviera como un europeo, necesitaríamos tres planetas para vivir. Si cada habitante del mundo viviera como un estadounidense, necesitaríamos cinco planetas para vivir". Así de contundente se muestra la ONG ecologista WWF, que hace dos años puso en marcha el proyecto "One Planet Living" (Vivir en un planeta).

Desde entonces, le ha concedido su sello de comunidad ecológica a diez ciudades y entornos alrededor del mundo. Se trata de proyectos inmobiliarios o de espacios verdes que buscan emitir el mínimo dióxido de carbono, el principal gas que contribuye al cambio climático.

"Lo ideal sería que desde la planificación se consideraran criterios de movilidad sostenible, que hubiera distintas áreas de servicios, viviendas y producción. Es más harmónico cuando la gente no se tiene que desplazar tanto", comenta Mar Asunción, portavoz de clima de la ONG ADENA.

Explica que la "especialización" de las zonas urbanas "requiere unos flujos de energía muy grandes y cuanta más energía utilicemos, más CO2 emitimos". En aspectos como éstos, se centran los proyectos del nuevo pueblo de Sonoma Mountain en EEUU o la ciudad de Masdar en Abu Dabi.

Pero como empezar una ciudad desde cero a estas alturas de la Historia es lo menos habitual, Asunción insiste en que las bazas más importantes están en la movilidad: habilitar más zonas peatonales y verdes, una buena red de transporte público o hacer aparcamientos en las afueras de las grandes urbes para que los que viven lejos, dejen su coche allí.

Vivir (casi) sin emisiones de CO2

En el Reino Unido, el pueblo de Ashton Hayes está luchando por convertirse en la primera localidad inglesa que "neutralice" el carbono. Formada por una comunidad de unos mil habitantes, aseguran que desde que pusieron en marcha el proyecto en enero de 2006 ya han conseguido recortar sus emisiones de CO2 en un 23 por ciento.

¿Cómo lo han conseguido? Con la implicación de toda la comunidad de vecinos. "Hemos puesto en marcha una tienda local. Nos llevó 18 meses ponerla en marcha, pero va bien. Vendemos productos locales y ahorramos al no tener que conducir hasta un supermercado. También es muy útil para las personas mayores o para aquellos que no tienen coche", ejemplifica Kate Harrison, la responsable del apoyo a la comunidad de Ahston Hayes.

La portavoz de clima de ADENA subraya la necesidad de implicar no solo a los ciudadanos, sino también a las autoridades locales. "Pueden poner paneles solares en los edificios oficiales para conseguir agua caliente y que además sean visibles", propone. "Yo tengo un panel solar desde hace 22 años, y de ahí sale agua caliente gratis desde que amorticé el gasto unos cinco años después".

"Creo que puede ser bastante difícil conseguir de forma que emitas realmente el mínimo posible de carbono, especialmente si no tienes dinero para instalar paneles solares en tu casa o hacerte con un coche más ecológico", apunta Harrison. "Pero cuando alcanzas algunos objetivos, como reducir tu consumo de energía, eso te inspira a hacer un poquito más".

Un paso más

En la isla de Notteroy en Noruega y en Holanda el grupo De Stoure Houtman han impulsado planes ecológicos similares a los de Ashton Hayes.

"La semana pasada instalamos una estufa de leña en nuestra casa y también pondremos fogones y una caldera que funcionen a base de leña", cuenta Harrison. Aún así, reconoce que "esto es poco habitual en el Reino Unido".

De hecho, ella tampoco era una ecologista convencida antes del proyecto, pero dice que lo complicado de llevar una vida así es hacerlo solo y en este caso es un proyecto colaborativo en el que todos participan.

Para la responsable comunitaria del proyecto de Ashton Hayes, está claro que es lo mejor de su nuevo estilo de vida: "He reducido mis facturas de gasolina. También disfruto plantando mis propias frutas, hortalizas y verduras. Hoy hemos comido frambuesas que congelé en verano".

Cuestión de costumbre

Mar Asunción cree que cualquier persona está preparada para vivir en una ciudad verde. "Al principio existe rechazo popular, porque los cambios nos asustan. Pero una vez que se ha hecho, por ejemplo, la peatonalización de una zona, los comerciantes al final están satisfechos", asegura. "A quien usa el coche para todo y solo va de casa al trabajo y del trabajo a casa, le resultará más difícil. Pero si se baja del coche y pasea, también notará los beneficios".

Como vivir en una ciudad verde no depende de uno solo, Mar Asunción te propone unos primeros pasos, si quieres vivir de manera más ecológica:

"El primer granito de arena que puedes aportar es usar energía de forma más racional: bombillas de bajo consumo, no ventilar demasiado tiempo, doble acristalamiento, tener el termostato no más alto de 21 grados en invierno y no más bajo de 24 grados en verano. No necesitamos están en manga corta en casa; es cuestión de hábitos".

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