Cuando jugar bien ya es lo de menos en Can Barça

  • Àlex Santos.

Àlex Santos.

Barcelona, 2 nov.- Parecía aceptado desde hace años que en el Camp Nou primero se juega bien y luego se gana, por este riguroso orden, sólo quebrantado en momentos puntuales, cuando la excelencia futbolística se tropezaba en un partido con un rival insoportable al que no había manera de meterle mano con el juego bonito.

El paradigma dominante de los últimos años en la casa de los culés, el del juego bonito, está recibiendo importantes embestidas, sorprendentemente desde el mismo epicentro del barcelonismo, el vestuario y la directiva, donde parece que ha arraigado con fuerza la idea de que lo primero es la victoria y, si está llega jugando bien, pues mejor.

Cualquier voz crítica este año por las dudas que presenta el Barça del argentino Gerardo Martino han encontrado, especialmente en la directiva del club, una respuesta contundente, a modo de censura, como la expresada anoche antes del derbi azulgrana otra vez por el presidente del Barcelona, Sandro Rosell.

"Supongo que lo dice gente que quiere que el Barça no vaya bien. El Barça juega muy bien. No tenemos que hacer caso de las críticas. Todo está perfecto", señaló el mandatario azulgrana antes del partido contra el Espanayol.

No es la primera vez que Rosell recoge el guante de la crítica y aparece en público para defender a ultranza a su apuesta deportiva, ya que, como así aseguró él, fue el presiente del Barcelona el que dio el nombre de Martino al secretario técnico, Andoni Zubizarreta, para que éste sondeara al argentino.

Rosell, desde que se hizo cargo del Barcelona en el verano del 2010, hubo de asumir el proyecto deportivo de la anterior junta directiva, y a su abanderado, Josep Guardiola, el gran artífice de la excelencia futbolística del club en los últimos años, relación que se quebró y dio paso al corto periodo de su ayudante, Francesc 'Tito' Vilanova, de baja como consecuencia de un cáncer.

En una línea muy parecida también se ha expresado el actual técnico, 'Tata' Martino, quien deja entrever constantemente que el Barça de verdad se verá arrancado el año 2014 y que ahora lo importante son los triunfos por encima de cualquier plasticidad.

Martino no es la primera vez que muestra su sorpresa ante alguna pregunta en la sala de prensa, o algún artículo que ha reconocido que ha leído, en relación a que el juego barcelonista podría estar perdiendo su ADN y que algunas actuaciones están muy lejos de los buenos partidos que solía jugar el equipo catalán.

Si la posición a la defensiva de Rosell ha encontrado amparo en Martino, a ellos se ha sumado todo un peso pesado en el vestuario como el central Gerard Piqué, quien anoche tras la victoria de su equipo contra el Espanyol (1-0), en un partido muy justito de los azulgrana, defendió que por encima de todo está la victoria.

"Somos muy prácticos. Quizá no jugamos muy bien, pero el resultado es excelente. La gente está muy bien acostumbrada. Yo cogería el ejemplo, y ya sé que es referirme al eterno rival... Imagínate ganado sólo una Liga y una Copa, que es lo que ha ganado el Madrid en los últimos cinco años. Aquí a la gente le costaría digerirlo, y en Madrid está pasando", dijo anoche Piqué.

"Nosotros venimos de ganar tanto, que parece que lo estamos haciendo mal y que si no ganas la Liga y la Champions la temporada es mediocre. ¡Que cuesta mucho seguir ganando Ligas! ¡Que hay muchos equipo grandes, como el Madrid, muchos años ganando poco", sentenció.

Esta posición de valorar la victoria por encima de todo, aunque la calidad del fútbol haya caído en picado, empieza a hacer fortuna en Can Barça, ya que dentro del vestuario ha encontrado más socios que la comparten, a pesar de que, como Andrés Iniesta hace unos días, reconociese que el equipo catalán no está jugando bien.

La falta de buen fútbol ha sido síntoma en otras temporadas de una inercia hacia un problema mayor, aunque en la presente el liderato en la Liga y la posición firme en Europa no aventuran a corto plazo ninguna hecatombe, en un grupo que se siente fuerte porque ha sido capaz de hacer grandes cosas y parece que se quiere sacudir ataduras, como la del juego bonito.

El Barcelona ha demostrado ser un equipo muy bueno y se siente seguro por la calidad de sus hombre delante, donde con un par de coletazos es capaz de sacar un partido adelante por muy tostón que se esté dando, aunque también ha conocido la otra cara de la moneda cuando se ha encontrado a un rival, por ahora, muy superior a él, como es el Bayern, que la temporada pasada lo llegó a ridiculizar.

Desde la presidencia al vestuario, y viceversa, existe el convencimiento que no hay motivo de alerta, que el Barça no merece crítica porque saca los partidos adelante, y se ha establecido una directriz bastante compartida, sobre que a partir de ahora lo importante es ganar por encima de cualquier otro objetivo y que el juego bonito ya llegará, si es que llega.

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