El periodista español Vicente Botín, corresponsal de TVE en La Habana entre 2005 y 2008, presenta hoy en la Feria del Libro de Madrid "Raúl Castro: la pulga que cabalgó al tigre" (Ariel). En él define a Raúl como "víctima y bufón" de su hermano Fidel.
Botín asegura en una entrevista de la agencia de noticias Efe que Raúl "no ha podido ser él mismo".
Al inicio del gobierno de Raúl Castro, que asumió oficialmente el mando a inicios de 2008 y esta semana ha cumplido 79 años, éste anunció unas reformas en el sistema que hicieron pensar a muchos que había comenzado una nueva era. Sin embargo, ya dijo entonces que al mismo tiempo continuaría la Revolución. Y así ha sido.
El motivo está claro para el periodista español: "Está esperando a que muera Fidel, si es que muere alguna vez, para intentar aplicar alguna política de reformas económicas, que dulcifique las terribles condiciones de vida de los cubanos".
Fidel Castro pone en duda el liderazgo de Obama
Precisamente Fidel ha salido esta semana ante la opinión pública a través de un comunicado en el que criticaba duramente a Barack Obama por no condenar el ataque israelí a la Flotilla de la Libertad que llevaba ayuda humanitaria a Gaza.
El líder de la revolución cubana ha criticado lo que considera una falta de coherencia del presidente de Estados Unidos que hace un año dijo en la Universidad Islámica de Al-Azhar de El Cairo, donde abogó por "un nuevo comienzo entre Estados Unidos y el mundo musulmán, basado en el respeto mutuo".
"Obama puede pronunciar cientos de discursos, tratando de conciliar contradicciones que son inconciliables en detrimento de la verdad, soñar con la magia de sus frases bien articuladas, mientras hace concesiones a personalidades y grupos carentes totalmente de ética", afirma el texto.
Además, Fidel se pregunta cómo será capaz la Casa Blanca de contener un posible ataque nuclear de Israel a Irán si no ha podido influir en la actuación de su aliado hebreo en el caso de la flotilla.
Pequeños signos de apertura
A pesar de la evidente importancia del papel de Fidel en la política cubana, después de las críticas lanzadas por la muerte del disidente Orlando Zapata desde la Unión Europea y Estados Unidos contra Cuba, ahora el régimen castrista ha abierto una pequeña puerta.
Esta semana ha comenzado lo que prometió al cardenal Jaime Ortega–reunirse con él y aceptarle como mediador con la disidencia ya es significativo- de la isla hace dos: acercar a los presos de conciencia a cárceles más cercanas al lugar de residencia de su familia.
La Iglesia ha confirmado el traslado de siete opositores, aunque según lo pactado con Raúl Castro aún deberían trasladar a otros 10 disidentes encarcelados. Todos ellos pertenecen al llamado "Grupo de los 75" que fueron detenidos en la primavera de 2003 por supuesta conspiración con Estados Unidos y condenados a entre seis y 28 años de cárcel.
Si bien este gesto ha aportado cierta esperanza a las Damas de Blanco –esposas y madres del Grupo de los 75-, activistas como el portavoz de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos, Elizardo Sánchez, ha advertido que el significado de este movimiento es mínimo. Para él será significativo cuando liberen a algún preso, especialmente a los presos más enfermos.
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