Cuba ultima los detalles de su conexión a internet

Ya han pasado cuatro meses desde que los dirigentes cubanos se concentraron en las orillas de la costa sur de la isla y se congratularon por la llegada de un nuevo enlace submarino de fibra óptica desde Venezuela, ensalzándolo como un nuevo golpe al imperialismo de EEUU.

Está previsto que el cable entre en funcionamiento este verano y una vez que las autoridades cubanas den finalmente el pistoletazo de salida, la capacidad de ancho de banda se multiplicará por 3.000 para uno de los países menos conectados del hemisferio.

Para una isla donde sólo el 3 por ciento de la población tiene acceso a la web y millones de adultos y jóvenes nunca han estado conectados, el cable tiene el potencial de despertar a Cuba de los años oscuros sin información y del traqueteo de una sociedad donde la tinta de los periódicos y todas las ondas de radio pertenecen al Estado.

Las autoridades cubanas han venido reduciendo las expectativas de acceso instantáneo a la web desde el pasado otoño, anunciando que la prioridad será llegar a las universidades y a otras instituciones públicas, en vez de a los particulares.

Y con los levantamientos en Oriente Medio explosionando desde las pantallas del ordenador hasta las calles en los últimos meses, los dirigentes desde La Habana podrían ser incluso más cuidadosos antes de desatar la apisonadora de medios de comunicación social, como YouTube, Twitter o Facebook.

Eso puede explicar por qué los medios de comunicación estatales de Cuba han dicho poco sobre el cable submarino desde su finalización en febrero. Los empleados del monopolio de las telecomunicaciones de Cuba dicen que no saben ni una palabra de cuándo empezará a funcionar el cable, y los intentos de llegar a los administradores han sido infructuosos. Pero un funcionario de tecnología de Venezuela, visitando La Habana con el presidente Hugo Chávez, dijo el jueves pasado que el cable estaría disponible el próximo mes, después de haber terminado la fase de prueba.

El Gobierno de Castro ha culpado tradicionalmente al embargo de EEUU de mantener a Cuba fuera del circuito mundial de la información, señalando los esfuerzos de George W. Bush de bloquear a La Habana y evitar su conexión a la red de cables submarinos que llevan internet y transmisiones de datos a la mayor parte del mundo. Un cable de interconexión que vincula Miami a Cancún (México) pasa a 32 kilómetros de la costa norte de Cuba, pero la isla no está conectada.

En cambio, Cuba se basa en las transmisiones por satélite más lentas, mientras se restringe el acceso a internet a los académicos, ciertos profesionales, y funcionarios de Gobierno, así como diplomáticos extranjeros y a las empresas.

Otros cubanos se conectan a través de cuentas del mercado negro o pagando tasas desorbitadas en los hoteles turísticos. Pero la navegación web en la isla sigue siendo dramáticamente lenta, con conexiones de acceso telefónico con un promedio de 5 kilobytes por segundo. Ver videos o poder acceder a las páginas webs de sitios populares, es casi imposible en la isla, incluso para los pocos afortunados que pueden conectarse.

Por el contrario, el nuevo enlace de cable de Cuba a Venezuela tiene una capacidad de transmisión de 640 gigabytes por segundo - lo suficiente para permitir 10 millones de conversaciones telefónicas simultáneas, según los medios estatales. Creado por una empresa conjunta chino-francesa a un coste de casi 50 millones de euros, se extiende 1.609 kilómetros a través del fondo del mar hasta las costas amistosas de Venezuela, que ha financiado el proyecto.

Larry Press, un experto en tecnología cuyo blog 'Internet en Cuba' ha estado siguiendo el desarrollo del cable, dice que a menos que Cuba aumente su red de telecomunicaciones existentes en la isla, no será capaz de aprovechar al máximo el mayor ancho de banda.

"Para utilizar la capacidad del nuevo cable, tendrán que actualizar los equipos, organizaciones y competencias de los trabajadores", escribe Press. Si no lo hacen, el valor del cable será limitado".

"Deben tener planes para implementar la infraestructura complementaria cuando el cable esté operativo, pero no he sido capaz de averiguar nada sobre ellos", añade, en una entrevista por correo electrónico.

Como las limitaciones del uso de internet en La Habana se han intensificado en los últimos años, las autoridades cubanas han acusado a Washington de utilizarlo como una herramienta de subversión contra de ellos. En marzo, un subcontratista estadounidense, Alan Gross, fue condenado a 15 años de prisión por tratar de configurar un equipo vía satélite para proporcionar Internet en la isla. Las autoridades dicen que el equipo era parte de un plan de EEUU para fomentar disturbios y socavar al Gobierno.

Mientras tanto, los blogueros de Cuba y activistas web, dicen que han estado esperando ansiosamente noticias sobre la activación del cable.

"Si se activa el cable, estoy segura de que algunas de esas fibras llegarán a la gente como yo", dice Yoani Sánchez, la bloguera ganadora de un premio que se ha hecho muy famoso en Cuba por sus críticas hacia el Gobierno con el nombre 'Generación Y'. La falta de acceso a internet en Cuba es un algo frecuente para Sanchez, así como la principal fuente de frustración para la gente joven de la isla, cuyo conocimiento de internet viene en su mayor parte por las películas y por la televisión pero no por su experiencia personal.

Los dirigente cubanos insisten en que no ha habido "obstáculos políticos" al desarrollo de internet en la isla, sólo los técnicos. El Gobierno bloquea algunas webs anticastristas en sus servidores, pero muchos otros siguen siendo accesibles, y las autoridades dejaron de censurar el año pasado el blog 'Generación Y' de Sánchez sin explicación.

"Estaremos encantados de que haya cable si funciona" añade Sánchez. "No quiero tener que esperar hasta el año 2015".