El surgir un nuevo competidor

De 'El juego del calamar' a la música: Corea del Sur como 'influencer' mundial

El país asiático ha puesto ahora también un pie en la industria del entretenimiento y está dispuesta a desbancar a otros estados, para dejar de ser una región únicamente industrial y tecnológica.

El juego del calamar, Netflix
El juego del calamar, Netflix
Netflix

El 17 de septiembre pasado, Netflix estrenó la serie coreana 'El juego del calamar', que en pocas semanas se ha convertido en un éxito mundial. A las cuatro semanas de su lanzamiento, sus nueve episodios ya habían sido vistos por 111 millones de espectadores, y habían superado a la serie 'Bridgerton', que hasta entonces tenía la palma en los estrenos de Netflix.

La trama de 'El juego del calamar' consiste en que un grupo de 456 personas se involucra en un juego mortal para ganar 33 millones de euros (45.600 millones de won, la moneda surcoreana). Los personajes aceptan ese juego porque están desesperados ya que arrastran deudas que no pueden pagar. Durante los episodios, en medio de escenarios sorprendentes, se dan por lo menos cuatro géneros televisivos: acción, thriller, drama y supervivencia.

El éxito de la serie ha sido tan abrumador que ha dado impulso a todo el sector coreano de entretenimiento. Según informaba 'The Korea Economic Daily', las principales productoras de contenido de Corea del Sur han tenido un subidón en bolsa desde el estreno en Netflix el 27 de septiembre. Además, la noticia de que Disney Plus va a estrenar en noviembre 'El juego del calamar' ha dado más impulso a valores como Studio Dragon Corp, Jcontentree Corp., JoongAng Group, y hasta pequeños productores de contenido como Chorokbaem Media Co., KeyEast Co. y la emisora de televisión Seoul Broadcasting System.

Y para hacer la serie aún más popular, otro género ha estallado fuera de las salas de cine: el escándalo social. Los niños y adolescentes de muchos colegios del mundo están imitando en el patio las escenas más violentas de “El Juego del calamar”, y aunque los perdedores no reciben tiros ni hay sangre de verdad, sí acaban con puñetazos en la cara o disparos con pistolas de balines. Asociaciones de padres unidas a las direcciones de los colegios están advirtiendo de las consecuencias en el comportamiento de sus hijos, y piden que no haya disfraces de Halloween parecidos a la serie. Lo cual hace que la teleserie se haga más famosa todavía.

Para muchos, es una sorpresa que una serie coreana con actores coreanos (solo hay un paquistaní) haya reventado las taquillas. Pero este fenómeno viene de lejos: en la última década Corea del Sur está produciendo contenidos para el cine y la televisión que están siendo acogidos por el público, sobre todo adolescente.

Películas como 'Cinco días para vengarse', 'Memorias de un asesino', 'Hierro', 'La doncella' o 'The host' forman las listas de las mejores películas coreanas que no puedo perderme, según un ranking elaborado por filmaffinity. Sin olvidar que en 2019, 'Parásitos' ganó el Oscar de Hollywood de 2020 a la mejor película, mejor dirección, mejor guion original y mejor película internacional. Ha sido la primera vez en la historia que una película de habla no inglesa gana el premio al mejor film de Hollywood.

Es decir, Corea del Sur no solo es el país industrial y tecnológico que es la sede de Samsung, LG, Hyundai y Daewoo. Ahora ha puesto también un pie en la industria del entretenimiento y está dispuesta a desbancar a otros países. Los surcoreanos han aprendido a hacer cine de todo tipo: dramas, amor, guerra, ciencia ficción, catastrofismo y hasta de zombies. Y como una cosa lleva a la otra, los telespectadores que ahora están devorando 'El juego del calamar', quieren más y más: están consumiendo películas y teleseries de ese país, y acostumbrándose a apellidos exóticos como Lee Jung-jae, Park Hae-soo, Jung ho-yeo, Gong Yo… Nada de rubias occidentales de ojos azules y cabellos de oro, u apuestos hombres altos y delgados de rasgos europeos: la nueva belleza del cine y la TV tiene ojos rasgados, pelo lacio negro, ojos de petróleo y es de estatura media.

No solo en el cine está triunfando Corea del Sur sino en la música: BTS, iKon, Seventeen, Got… Los cantantes de música K-pop (Korean pop) están dando la vuelta al mundo. Algunos tienen tanto éxito en China que el gobierno de ese país ha prohibido las manifestaciones de este género musical, compuesto por chicos casi adolescentes que cantan y bailan con ritmos pegadizos. El gobierno chino ha dado la orden a las organizaciones de televisión y radiodifusión que no promocionen estos chicos por su imagen “afeminada”, pues el K-pop solo crea hombres “afeminados”, según el gobierno. Weibo, el Google chino, ha cerrado las cuentas de los fans de K-pop. La Administración Nacional de Radio y Televisión del

Gobierno de China prohibió incluso “reality shows” de talentos de K-pop para evitar que “promuevan la idolatría” entre los jóvenes chinos. Les preocupa que los adolescentes chinos imiten los peinados de colores y el maquillaje de los cantantes de K-pop.

Por así decirlo, Corea del Sur le ha tomado el punto a la industria del entretenimiento mundial, del cine a la TV y a la música, y si siguen así la van a convertir en otra gallina de huevos de oro como lo ha sido su industria electrónica y automovilística.

Porque hay que tener claro que Corea del Sur se ha dado a conocer al mundo en las últimas décadas por sus empresas. Samsung es la compañía número 1 del mundo en teléfonos móviles, por encima de Apple. Tiene el 18% del mercado y en 2020 vendió 253 millones de móviles (Apple, cerca de 200 millones). Los mayores fabricantes de televisores del mundo son los surcoreanos Samsung y LG. Samsung fue el primero en presentar televisores inteligentes con conexión a internet en 12007. Y es el mayor fabricante de pantallas de TV OLED.

Las firmas coreanas de automóviles están entre las 20 más poderosas del mundo: Hyundai y Kia. Entre los diez mayores fabricantes de barcos del mundo, cuatro son de Corea del Sur: Hyundai, STX, DSM y Samsung. La industria coreana de barcos entró con fuerza en los mercados mundiales en los años setenta y ochenta e hizo mucho daño a la industria española hasta el punto de arruinar y cerrar astilleros de Vigo. En una secuencia de la película “Los lunes al sol”, dos ex trabajadores de la naval se quejan de que los barcos coreanos les han dejado en el paro.

Y aunque sea difícil de creer, uno de los filósofos más influyentes en Europa hoy es el surcoreano Byung-Chul Han. Nació en Seúl en 1959 pero está radicado en Alemania y enseña en la Universidad de las Artes e Berlín. Escribe en alemán y solo permite entrevistas en este idioma. Su tesis doctoral fue sobre Heidegger, y ha sacado una serie de libros de filosofía que son inmediatamente traducidos. El último se titula “No-cosas: quiebras del mundo de hoy”, donde analiza la poderosa dependencia de la tecnología digital hasta el punto de que los ciudadanos la están confundiendo con la realidad.

A Byung-Chul Han le han denominado “rockstar de la filosofía”, porque ha sabido conectar con una generación jóvenes y se ha sabido adaptar a su forma de leer: libros cortos con ideas muy concretas. Critica desde la pérdida de rituales hasta la entrega frenética de la gente a su trabajo para ser productivos. Durante el confinamiento, su análisis de por qué China estaba superando a Occidente hizo reflexionar a muchos sobre si el autoritarismo era mejor que la democracia para afrontar estados excepcionales.

Es curioso que España y Corea del Sur han sido como gemelos que fueron separados al nacer. Ambos sufrieron una guerra civil. España en 1936-39 y Corea en 1950-53. A continuación ambos países pasaron por un gobierno autoritario militar, y durante ese periodo se transformaron de economías agrarias a economías industrializadas, donde destacaron en la maquinaria herramienta, fábricas desde coches a barcos, y donde nacieron sus clases medias. Igual que hubo un “milagro español”, también hubo un “milagro coreano”, y el país formó parte de los llamados Tigres Asiáticos, que se desarrollaron aceleradamente hasta convertirse en gigantes mundiales. El PIB y la renta per cápita en esos años se multiplicó a escalas nunca vistas. Hoy la renta per cápita de ambos países es similar (alrededor de 30.000 dólares), y tienen una población parecida: 47 millones en España, 51 millones en Corea del Sur.

Y en cuanto a éxitos en Netflix, España ha colocado series como 'La casa de papel', 'Elite' y 'Las chicas del cable' entre las más vistas de la plataforma, y Corea del Sur ha logrado un hit mundial con su 'El juego del calamar'. Es más, para muchos espectadores, hay cosas de la serie coreana que recuerdan a la 'La casa de papel', como los uniformes de los malos.

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