Dos buques vascos, el 'Intertuna II' y el 'Artxanda', lograron repeler el ataque de piratas somalíes frente a las costas de Kenia y un tercero, el 'Intertuna III', avistó un esquife que se dirigía a ellos, y emprendió la huída dejando atrás la embarcación.
Según informan fuentes de Cepesca, las embarcacionesse encuentan en alerta máxima porque la zona se encuentra "plagada" debuques nodriza y esquifes piratas. Los responsable sde los buques senencuentra reunidos en un improvisado gabinete de crisis.
Además, dos buques franceses han intentado también ser abordados sinéxito. La situación en esa zona del Índico es de alerta máxima debido ala masiva presencia de embarcaciones piratas.
Dos intentos de secuestro y una huída
El primero de los ataques se produjo contra el 'Intertuna II', cerca dela zona en la que ayer piratas intentaron secuestrar el 'Albacan'. Pasadas las once y media de la mañana, el buque pertenecientea la empresa 'Albacora', estaba siendo escoltado hacia Puerto Victoriapor un helicóptero, una fragata italiana, y dos atuneros. El buque auxiliar vasco 'Artxanda' fue objeto de un intento de secuestro, si bien, también en este caso, logró eludirlo, tras disparar contra la lancha pirata.
Poco después, el 'Intertuna III', también presente en la zona, avistabaun esquife pirata a unas cuatro millas del casco, por lo que procedió aemprender la huida y logró alejarse de los atacantes. Los piratas también han intentado abordar dos buques de bandera francesa, el 'Trevignon' y el 'Drennet' aunque tampoco han logrado su objetivo, según informa la parlamentaria europea Izaskun Bilbao.
Aumento en la frecuencia de los ataques piratas
La situación es de máxima alerta y los responsables de flota se encuentran reunidos en Gabinete de crisis porque la zona se encuentra "plagada" de buques nodriza y esquifes piratas. El contacto con la tripulación es continuo.
El jueves, tras el ataque registrado por el atunero vasco 'Albacan', la tripulación se manifestó explicando que "el tiempo había acompañado bastante". "Estaban esperando el momento oportuno. Ahora, prácticamente el océano es una piscina y era algo cantado. De hecho, estábamos un poco extrañados, porque parecían retrasarse respecto a nuestras previsiones, pero parece que han salido con fuerza", indicaron los tripulantes.
También se mostraron convencidos de que la seguridad a bordo se puede convertir en "un arma de doble filo" porque "ya no intentan hacer maniobras para intentar acercarse al atunero, ni avisos de disparos"."Van a ir a dar, a hacer daño, porque saben que es la única forma de apresar un barco", señalaron.
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