Pudo ser una lamentable tragedia, pero tuvo un final feliz gracias a unos héroes anónimos. Todo sucedió en Amsterdam, junto a los canales de la ciudad holandesa, cuandocuando una mujer que viajaba con su bebé perdió el control de su coche y cayó al agua.
Cuatro ciudadanos no dudaron en saltar al agua para socorrer a las víctimas. Mientras se iba hundiendo el coche pudieron romper los cristales con martillos y piedras para liberar a la madre y la bebé, que por fortuna pudieron abandonar el coche y están en buen estado.
“Corrí hacia mi caja de herramientas y busqué un martillo, luego me quité el suéter, los zapatos y me lancé al canal”, afirmá Reuben Abrahams, uno de los héroes. “Creo que cada joven sano habría saltado al agua”.
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