EEUU acusa al sargento Bowe Bergdahl de deserción

El sargento estadounidense Bowe Berghdal, secuestrado durante cinco años por los talibán en Afganistán, será acusado de deserción y mal comportamiento, según ha comunicado hoy su abogado. La vista se ha fijado para el próximo 22 de abril y de ser declarado culpable, podría ser condenado a pena de cárcel. Aunque lo más probable, según indica la cadena NBC, es que se tengan en cuenta los años de cautiverio y se le permita abandonar el Ejército con una baja sin honores.

La acusación es resultado de las investigaciones sobre la captura de Bergdahl, que fue liberado el pasado. Defensa ha considerado probado que el sargento abandonó su puesto de trabajo, en junio de 2009, para evitar tener que realizar misiones complicadas, algo que es susceptible de ser considerado deserción en virtud del Código Militar de Justicia (UCMJ).

Según este Código, estas acciones implicarían más que un delito de ausencia sin permiso, ya que se trataba de una "zona de combate", con lo que habría puesto "potencialmente en peligro la vida de sus compañeros", como apuntó un alto cargo del Ejército en el momento de conocerse las posibles acusaciones.

El sargento fue presuntamente capturado por la Red Haqqani, un grupo terrorista islamista de Pakistán, y su liberación en mayo pasado se enmarcó en un intercambio por cinco comandantes talibán que estaban retenidos en Guantánamo.Un soldado crítico con el Ejército

Bergdahl fue siempre muy crítico con el trabajo del Ejército estadounidense. A los 23 años, Bergdahl fue destinado a un puesto de combate en Paktika, en la frontera con Pakistán. Pronto comenzó a mostrar sus críticas hacia el trabajo del Ejército en el país, como así expresaba en las cartas enviadas a su padre, y publicadas durante su secuestro.

"Estas personas necesitan ayuda, sin embargo, lo que reciben son lecciones de un país que les dice que no tienen ni idea de cómo vivir", contaba en una de ellas.

El 30 de junio de 2009, el soldado Bergdahl no se incorporó, como todos los días hacía a las nueve de la mañana, al trabajo en su unidad.El Ejército de EEUU comenzó entonces una intensa operación de búsqueda. Con aviones de vigilancia no tripulados, con perros rastreando en todos los pueblos cercanos... e interceptaron varias comunicaciones de miembros talibán que les llevaron sobre la pista de lo que sospechaban, que el soldado había sido capturado.La idea del secuestro era exigir la liberación de 15 de sus "hermanos en la cárcel de EEUU y algo de dinero a cambio", según varias conversaciones captadas por la Inteligencia de EEUU.

Durante su cauterio, los talibán difundieron varios vídeos de Bergdahl. El primero, sólo un mes después de su captura, en el que el soldado aparecía criticando duramente a EEUU por sus métodos en Afganistán y por el elevado coste humano de la guerra. En la grabación, el soldado, vestido con uniforme militar, advertía de que Afganistán "el próximo Vietnam a menos que el pueblo americano se levante y pare todo este sinsentido".