Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos han asegurado que el avión militar F-16 en el que viajaba el piloto jordano secuestrado por Estado Islámico no fue derribado por los milicianos islamistas sino que se trató de un "desafortunado accidente aéreo".
El Mando Central norteamericano ha respondido a las reivindicaciones yihadistas en un comunicado en el que el general responsable de supervisar las operaciones de la coalición en Siria e Irak, Lloyd J. Austin III, ha subrayado el compromiso norteamericano para "recuperar a salvo" al piloto.
"Los jordanos son socios respetados y valiosos y sus pilotos y personal han trabajado de manera excepcional a lo largo de esta campaña", ha dicho, en alusión a la coalición contra el yihadismo que lidera Estados Unidos.
El comandante militar ha condenado las acciones de Estado Islámico y ha advertido de que Estados Unidos no "tolerará" los intentos de la milicia de "explotar" y "desafortunado accidente aéreo" en el este de Siria. El Mando Central ha afirmado que existen "pruebas claras" para descartar el derribo.
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