El Gobierno estadounidense ha ordenado a la petrolera británica BP que le presente un plan para la reapertura de su pozo sellado Macondo, por el que escapa el crudo que ha provocado el vertido en aguas del Golfo de México, después de que los ingenieros al cargo de las operaciones hayan detectado una pequeña fuga de petróleo cerca en el lecho marino.
Esta orden se debe a que la detección de esta fuga podría significar que existen problemas en la campana metálica colocada por BP la semana pasada -y que según la compañía había conseguido detener por completo el escape de petróleo-, y obedecería a un intento por resolverlos.
"Ordeno que me entreguen un procedimiento escrito para la reapertura de la válvula de contención lo más rápidamente posible (...) en caso de que se confirme la filtración de hidrocarburos cerca de la boca del pozo", ha afirmado el almirante retirado de la Guardia Costera Thad Allen, máximo responsable gubernamental de las labores de limpieza y contención del vertido, en una carta dirigida al jefe de la unidad de restauración de BP en la costa del Golfo de México, Bob Dudley.Cerrado temporalmente
Originalmente el plan era que BP reanudara la recogida de crudo tras completar las pruebas en el pozo, que se extiende 4 kilómetros bajo el lecho marino, para evaluar si puede soportar el proceso de sellado de la fuga.
Pero el director de operaciones de BP, Doug Suttles, dijo que la compañía ahora esperaba mantener cerrado el pozo averiado hasta que el de alivio esté listo en agosto y la fuga sea sellada con lodo y cemento.
"Esperamos que si siguen las señales alentadoras, podamos continuar la prueba de integridad durante todo el período hasta que el pozo sea bloqueado", dijo a la prensa antes de que Allen divulgara su comunicado.
"Claramente no queremos reanudar el flujo hacia el Golfo si no tenemos que hacerlo", agregó.La investigación en marcha
Cuando BP interrumpió el flujo de crudo hacia el mar el jueves con un mecanismo de contención nuevo y más ajustado, fue la primera vez en que el petróleo dejó de salir del pozo desde la explosión del 20 de abril, en la que murieron 11 operarios.
Las autoridades estadounidenses que investigan el derrame están estudiando por qué los operarios no advirtieron señales de una inminente explosión, y han redactado una lista con más de 20 anomalías en las respuestas de la dotación de la plataforma, dijo el domingo el diario Wall Street Journal.
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