El cierre de Guantánamo, la promesa que Obama nunca cumplió

  • Era una de sus grandes apuestas. Primero dijo que lo cerraría en un año, luego admitió que en 2011 no podría ser y en 2012 se enfrenta a unas elecciones que puede perder sin haber resuelto su promesa.

La Casa Blanca cambia de política sobre Guantánamo
La Casa Blanca cambia de política sobre Guantánamo

"Guantánamo se cerrará como tarde dentro de un año a partir de ahora", aseguró Obama el 22 de enero de 2009. "Por la seguridad nacional, y en interés de las relaciones internacionales de EEUU y la justicia".

El presidente de EEUU sólo llevaba veintidós días al frente de la Casa Blanca; la prisión militar para presuntos terroristas musulmanes llevaba casi siete años en marcha. Pero la gran promesa renovadora de la política estadounidense, Barack Obama, firmó una orden ejecutiva con rango de ley que anulaba la prisión abierta por la Administración Bush en enero de 2002.

Cuando Obama llegó al poder, permanecían en el centro de detención militar alrededor de 250 presos acusados de ser "combatientes enemigos" sin ningún juicio y fuera de los convenios internacionales. Por ello, Obama anunció el "restablecimiento del debido proceso" judicial y el traslado de prisioneros no peligrosos a otros países.

No llevaba ni un año en el cargo, cuando le concedieron el Nobel de la Paz. La polémica estaba servida: por aquel entonces EEUU aún lideraba dos guerras, una en Irak y otra en Afganistán, y Guantánamo seguía en pie. El propio Obama aseguró que había gente que lo merecía más que él.

"Cerraremos la prisión de Guantánamo, que ha dañado nuestros intereses de seguridad nacional y se ha convertido en una herramienta tremenda para que Al Qaeda reclute [nuevos miembros]", reiteró Obama en enero de 2010, después de que un islamista radical tratara de atentar en un avión rumbo a EEUU el día de Navidad de 2009.

En diciembre de 2010 la Cámara de Representantes vetó el uso de dinero público para el traslado de presos a suelo estadounidense, lo que impedía el próximo cierre del penal. A principios de 2011 Obama sorprendió ordenando la reanudación de tribunales militares en Guantánamo al tiempo que mantenía su intención de cerrar la prisión para terroristas.

En los diez años que lleva abierto el centro de detención de Guantánamo, varios presos han sido liberados y trasladados a otros países (España incluida) que los han acogido como a un ciudadano cualquiera con permiso de trabajo y sin ninguna cuenta que saldar con la justicia.

Sin embargo, 171 personas siguen detenidas en esa cárcel de una base estadounidense en medio de Cuba. Amnistía Internacional denuncia que uno de ellos cumple cadena perpetua tras haber sido condenado por una comisión militar, pero sostiene que el resto siguen sin haber sido siquiera acusados.

EEUU negocia ahora con Afganistán la liberación de cinco talibanes por el bien del proceso de paz en el país asiático, informaban recientemente medios estadounidenses. Uno de ellos es Mohamed Fazl, sospechoso de cometer miles de asesinatos de musulmanes chiíes cuando era comandante en su país, antes de la invasión de EEUU en 2001.

Sin tiempopara el cierre de Guantánamo

"Obviamente no he podido encargarme de eso [el cierre de Guantánamo] ahora, y sin la cooperación del Congreso [donde los republicanos recobraron la mayoría en las elecciones de mitad de legislatura] no podemos hacerlo", se excusaba el presidente de EEUU en una entrevista con Associated Press en abril de 2011.

Un miembro de la Casa Blanca disculpó el retraso en declaraciones al Washington Post justificándose con la reforma sanitaria estrella de Obama, a la que había dedicado la mayor parte de sus esfuerzos en 2009 y 2010.

Ahora, con Osama Bin Laden muerto, el golpe más duro a Al Qaeda que esperaban muchos estadounidenses y que exigían los más conservadores se ha cumplido. Pero a Obama solo le quedan unos meses para decidir qué hace con Guantánamo antes de que comience el grueso de su campaña electoral para las presidenciales de noviembre.

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