El drama de ser niño en Siria

    • 160 niños murieron el año pasado durante los bombardeos a colegios en Siria. 1'6 millones han tenido que dejar sus estudios y 6'5 millones son refugiados.
    • Se enfrentan al riesgo de epidemias y a la necesidad de trabajar para sostener a familias destruidas por la guerra.

Unos niños sirios refugiados piden limosna en Estambul, Turquía
Unos niños sirios refugiados piden limosna en Estambul, Turquía

La imagen de pupitres cubiertos de escombros y metralla se ha convertido en un drama cada vez más frecuente en Siria, donde, del mimo modo que edificios institucionales, canales, embalses, carreteras... los colegios se han convertido también en blanco de la guerr5a. Y los niños, sus víctimas más vulnerables.

Según datos de UNICEF, el año pasado, el más dramático del conflicto en Siria, más de 6'5 millones de menores se convirtieron en refugiados. Tres millones no saben lo que es la escuela. Más de 160 murieron en bombardeos a colegios del país y 1'6 tuvieron que interrumpir su escolaridad debido al conflicto. Se considera que hay más niños fuera de la escuela que dentro. En rueda de prensa, el portavoz del organismo, Christophe Boulierac, ha indicado hoy que el año pasado se constataron 68 ataques a colegios, que mataron al menos a 160 niños e hirieron a otros 343.

No obstante, las cifras podrían ser mucho mayores, dadas las ingentes dificultades para acceder a la información y contrastar los datos. "Los colegios deben seguir siendo zonas de paz y de confianza para los niños, sin miedo a resultar heridos o a morir", afirma UNICEF. Los bombardeos contra centros escolares dejan balances dramáticos.

En abril del año pasado, 18 pequeños murieron en el ataque a una escuela de Alepo. Un vídeo, grabado por activistas, mostraba las imágenes de los destrozos donde podían verse paredes pintadas con personajes de Disney con un mobiliario totalmente destruido y salpicado de sangre. En octubre, un doble atentado dejaba 41 niños de entre seis y nueve años muertos en la localidad de Homs. Un centenar de menores se manifestaron después con pancartas con mensajes como "En Homs los menores son asesinados", para llamar la atención sobre el drama que viven en el país.

Las zonas más sensibles, según indica la organización de la ONU, correspondieron a aquellas que el año pasado quedaron bajo control total o parcial de la que en la actualidad es la principal amenaza terrorista a escala mundial, el Estado Islámico (EI), especialmente las provincias de Raqa, Deir Ezor y parte de Alepo. La situación de conflicto en estas zonas afecta directamente a 670.000 niños. Desde marzo de 2011, tras la represión de las manifestaciones para pedir la dimisión del presidente sirio Bashar Al Asad, la guerra ha provocado más de 200.000 muertos, según cifras de la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH). Un tercio de los fallecidos son víctimas civiles.


Las dificultades para contar a los muertos hicieron que, en enero de 2014, la propia Naciones Unidas dejase de actualizar los datos. El Observatorio también contabiliza cerca de 36.000 rebeldes muertos, incluidos combatientes delFrente al Nusray elEstado Islámico de Irak y Siria.Hay más de 56.000 combatientes partidarios deBashar al Assad, incluidos 332 milicianos del partido milicia chií libanés Hezbolá y 459 combatientes chiíes de otros países.

Con la guerra abierta, el drama se centra también en la población refugiada. 2.563.434 sirios han tenido que huir de su país hasta la actualidad, según los últimos datos facilitados por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Cerca de un millón se han desplazado a Líbano. El resto, se encuentran dispersos por Jordania, Turquía,Irak y Egipto. Los desplazados internos superan los 6'5 millones. Antes de la guerra, la población siria era de 22 millones de personas. Más de la mitad de los sirios que quedan en el país viven actualmente en la pobreza, según el programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD). Se considera que la destrucción de infraestructuras, la crisis económica, el desempleo y la ausencia de servicios ha hecho retroceder al país al menos 35 años en su desarrollo.

La huida desesperada hace que cada vez más sirios traten de cruzar las fronteras y llegar a Europa, cayendo en manos de traficantes sin escrúpulos. 250 personas murieron en 2013 en la ruta del Mediterráneo, la más letal, tratando de cruzar hacia territorio europeo. El Fondo de Naciones Unidas señala a Siria como "uno de los lugares más peligrosos del mundo para ser un niño". Se considera que la guerra ha provocado una generación perdida, la de los 5'5 millones de niños que se han visto afectados por el conflicto.

Dos millones precisan tratamiento psicológico y 1'2 millones de pequeños refugiados padecen fuertes carencias nutricionales y acceso restringido al agua potable. El riesgo de epidemiases otra de las amenazas más preocupantes. El pasado octubre se registró el primer caso de polio, desde 1999, lo que ha obligado a inmunizar a los menores de 5 años, en el país y en otros vecinos.Niños "fantasma"

Además, cerca de 30.000 niños nacidos en el como refugiados en Líbano están en un limbo legal, ya que no constan en ningún registro-carecen incluso de certificado de nacimiento- y ello les impide acceder a los derechos fundamentales, entre ellos, acceder a la escuela.

"Si no puedes demostrar tu nacionalidad, no puedes conseguir documentación, cruzar fronteras legalmente ni disfrutar de otros derechos de ciudadano", explica Isabella Castrogiovanni,especialista en protección infantil de UNICEF. Se considera que el 70% de los niños nacidos en Líbano de padres sirios desde que comenzó el conflicto no están registrados, según ACNUR. Tal y como denuncia el organismo, muchos sirios escapan de sus casas sin llevarse siquiera la documentación, con lo que sus hijos no pueden ser registrados.Menores obligados a trabajar para sostener a sus familias

Otra fotografía del drama la representan los niños que se ven obligados a trabajar para sacar a su familia adelante. Según el informe "El futuro de Siria: niños refugiados en crisis", elaborado por el Alto comisionado en 2013, casi uno de cada dos hogares de refugiados dependen en parte o en su totalidad de los ingresos generados por un niño. Esto ocurre, explicó entonces el director de protección internacional, Volker Turk, porque los padres fueron asesinados o están detenidos.

El estudio recogía los testimonios de 270 niños y constata las "cicatrices físicas y emocionales" que sufren estos pequeños. Según los datos recogidos entonces, unas 70.000 familias sirias refugiadas habían perdido a su cabeza de familia, lo que obligaba a trabajar a niños de hasta siete años durante jornadas extensas y por salarios mínimos. El informe señalaba que el deseo de los menores entrevistados era "volver a Siria para luchar"."Un drama médico y humanitario"

La crítica situación que atraviesa el país fue denunciada ayer por médicos sirios en una conferencia en París, desde donde lanzaron una llamada de emergencia ante el "desastre médico y humanitario" que vive el país.

"La situación es insoportable, catastrófica, y en numerosos lugares de Siria ya no hay presencia médica", advirtió el doctor Ubaida al Mufti, integrante de la Unión de Organizaciones Sirias de Socorro Médico (UOSSM), una ONG que cuenta con el apoyo del ministerio francés de Relaciones Exteriores. En Alepo, la segunda ciudad más importante del país, sólo están actualmente abiertos tres hospitales, y tres de ellos de forma parcial. Insuficientes para atender a una población de 360.000 personas fuertemente asediadas por el conflicto, y para las que apenas existen 30 médicos que "además de atender a los heridos de guerra, deben enfrentar la reaparición de enfermedades como la polio, la tuberculosis, la sarna o la fiebre tifoidea", cuenta Abdelaziz, un médico de Alepo, que evita dar más detalles de su identidad por razones de seguridad.

El escaso personal se ve además afectado por una carencia de medios cada vez más alarmante. En las zonas controladas por EI, no cuentan con apoyo de ONG, con lo que la falta de recursos aumenta a medida que pasan las semanas. Así, por ejemplo, en Raqa, centro estratégico para los islamistas, y donde residen todavía 1'6 millones de personas, no existen servicios de ginecología o de pediatría. El 80% de los partos tiene lugar en los domicilios y los pequeños no pueden recibir las vacunas consideradas básicas.


En este escenario, los profesionales sanitarios deben hacer un esfuerzo ingente para intentar al menos dar a la población la atención mínima necesaria. Alrededor de 300 profesionales se distribuyen por el territorio sirio, también por aquellas bajo asedio islamista."Somos neutrales. Pero sufrimos la violencia de todos y nadie tiene garantías de nadie", agregó otro de los sanitarios. 300 médicos han perdido la vida en los últimos tres años.

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