El grupo terrorista Estado Islámico se ha atribuido en un comunicado la responsabilidad del atentado cometido el martes contra un autobús que transportaba a miembros de la guardia presidencial de Túnez y que se cobró la vida de 13 personas.
Las autoridades sospechan que el ataque fue obra de un terrorista suicida. El Gobierno ha restaurado el estado de emergencia e impuesto un toque de queda como medidas de emergencia.
En declaraciones a la prensa al término del Consejo de Ministros extraordinario, el primer
ministro, Habib Essid, aseguró que se ha reforzado la seguridad en todo el país y dejó claro que el toque de queda impuesto en el Gran Túnez anoche entre las 21:00 y las 5:00 horas sería aplicado con contundencia.
Essid incidió en que el atentado es diferente a los anteriores puesto que ha tenido como objetivo a uno de los "símbolos del Estado", ya que la Guardia Presidencial se encarga de la protección del presidente, del Gobierno y del presidente del Parlamento, y por otra parte se produjo en el corazón de la capital.#IS claims authority for #Tunisattack over Presidential Guard bus. Abu Abdallah at-Tunisi carried out the operation pic.twitter.com/7x5xnNvn9g— Sergio Altuna (@wellesbien) noviembre 25, 2015Diez kilos de explosivos
El atentado contra un autobús de la guardia presidencial en pleno corazón de Túnez se cometió con diez kilos de explosivos, ocultos en una mochila o un cinturón, anunció este miércoles el Ministerio del Interior, que no precisa explícitamente si fue realizado por un kamikaze.
Túnez se enfrenta desde su revolución, que provocó la caída del régimen de Zine el Abidine Ben Ali en enero de 2011, a un ascenso de la influencia yihadista, responsable de la muerte de decenas de policías y militares.
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