El error que cometemos todos los días y que nos impide ser millonarios

    • T. Harv Eker, que amasó una gran fortuna con su propio esfuerzo, cuenta en 'Secretos de la mente millonaria' que el hábito que nos impide ser ricos es: ¡quejarse!
    • "Cuando nos quejamos lo que estamos haciendo es atraer 'basura' a nuestra vida", afirma el conferenciante y escritor canadiense.
T. Harv Eker, autor de 'Secretos de la mente millonaria'
T. Harv Eker, autor de 'Secretos de la mente millonaria'

T. Harv Eker es un escritor, empresario y coaching canadiense conocido por sus teorías sobre la riqueza y la motivación. En su libro 'Secrets of the Millionaire Mind' ('Secretos de la mente millonaria') cuenta cómo fue capaz de amasar una gran riqueza con su propio esfuerzo, identifica un hábito diario aparentemente inofensivo que es común entre las personas corrientes y que los millonarios evitan: ¡quejarse!

"Quejarse es lo peor que uno puede hacer para conservar la salud o aumentar su riqueza", afirma Eker en sus conferencias.

Eker explica que cuando nos quejamos nos estamos centrando en lo malo de la vida, y aquello en lo que nos centramos tiende a expandirse. "Lo semejante atrae a lo semejante", observa el millonario. "Cuando nos quejamos lo que estamos haciendo es atraer 'basura' a nuestra vida". Esto deja muy poco espacio para el crecimiento, especialmente para el crecimiento financiero.

Las conferencias de Eker se centran frecuentemente en su concepto de "mente millonaria", una serie de "actitudes mentales que facilitan la riqueza". Esta teoría propone que cada uno posee un "modelo financiero", o un "guión interno que dicta cómo nos relacionamos con el dinero", y que cambiando este modelo uno puede cambiar su habilidad para acumular riqueza.

En su libro, Eker enumera 17 formas en que los planes financieros de los ricos son diferentes a los de los pobres y la clase media. Uno de los temas identificados en esta lista es que los ricos descartan las creencias limitantes mientras el éxito sucumbe a ellos. Eker argumenta: Los ricos piensan: "Yo creo mi vida", mientras que los pobres piensan: "La vida me sucede", los ricos se centran en las oportunidades, mientras que los pobres se centran en los obstáculos, y los ricos admiran otra gente rica y exitosa, mientras que a los pobres les molestan los ricos y las personas de éxito.

Eker también dice que tan importante como no quejarse es alejarse de aquellas personas que lo hacen constantemente. "La energía negativa es contagiosa", destaca.

"Hay que recordar que los que construimos nuestra vida somos nosotros y que constantemente estamos atrayendo éxito y basura", escribe. "¡Es imperativo elegir nuestros pensamientos y nuestras palabras sabiamente!", concluye.

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