En una exhortación pastoral llamada "Anhelos de unión, justicia, libertad y paz para Venezuela", los arzobispos y obispos del país han sido muy directos hacia el autoritarismo del presidente Hugo Chávez, al afirmar que la Ley Habilitante puesta en sus manos por la anterior Asamblea Nacional, es la negación de la voluntad expresada en las elecciones de septiembre.
La "guerra" entre el episcopado venezolano y el líder bolivariano no es nueva, pero cada vez acerca más hacia una ruptura de relaciones, en una nación en la que más del noventa por ciento de sus habitantes profesan la fe católica.
Los medios de comunicación del Estado vienen sosteniendo sin tregua una ofensiva contra la Conferencia Episcopal, hasta el punto que Venezolana de Televisión, órgano oficial del gobierno, acusó, en uno de sus programadas, de "homosexuales confesos" a la alta jerarquía eclesiástica.
La pastoral tuvo una parte muy crítica hacia el rechazo a los poderes arbitrarios dados a Chávez durante los próximos 18 meses, atestiguando que su gobierno produce miseria y dictadura.
Acaparar más poder
El obispo de la ciudad de Cumaná, Diego Padrón, vocero en esta reunión episcopal, rechazó el intento oficialista para eternizarse en el mando, y exhortó al presidente a dejar sin efecto las potestades que exigió se le concedieran para gobernar por decreto. Igualmente fustigó la aprobación de 25 leyes - express en 30 días.
"Los parlamentarios del gobierno antes de irse, aprobaron arbitrariamente esas leyes en escasamente cuatro semanas, entre ellas la Habilitante, desconociendo el voto popular en los sufragios del pasado mes de septiembre, y concentrar así más poder en la figura del Jefe del Estado", recalcó Padrón.
"En esas nuevas ordenanzas – añadió -, poco o nada se habla de los problemas de la gente, como la inseguridad ciudadana desbordada, la falta de empleo, el alto costo de la comida, la situación de las cárceles y el presupuesto de las universidades. Sólo se estructuró un paquete legal para encaminar al país hacia el comunismo y concentrar aún más autoridad en una sola persona".
Monseñor Baltasar Porras, uno de los arzobispos más críticos con el gobierno de Chávez y el clérigo que defendió la vida del presidente cuando fue derrotado por una horas en abril de 2002, pidió a los venezolanos no perder las esperanzas: "Los tiempos no son para el desánimo, sino hacia la participación serena, pacifica, pero decidida a vencer las dificultades como lo hemos hecho en otros momentos difíciles de nuestra historia".
La opinión generalizada es que el documento es quizás el más severo nunca formulado contra un gobierno por la Iglesia venezolana.
Reacciones
Un grupo de sacerdotes – 15 en total – acompañados de varios seglares, emitieron un remitido a través de la asociación civil "Encuentro ecuménico Juan Vives", respondiendo a la pastoral de la Conferencia Episcopal Venezolana.
En él acusan a la alta jerarquía católica de usar argumentos opositores para atacar a Hugo Chávez, aunque comparten algunas preocupaciones expresadas en la pastoral.
En uno de los párrafos señalan: "La Ley Habilitante no puede condenarse a ultranza, máximo cuando los argumentos no se diferencian de la oposición y de los enemigos de la república".
Subrayan no comprender la preocupación de los obispos por algunos aspectos de la vida social y política del país, "que generan confusión y desasosiego en la feligresía, puesto que en nada contribuyen a que resplandezca la verdad".
"Comprendemos – señalan - que tengan diferencias ideológicas con un Estado Revolucionario y Socialista que apenas se construye, pero eso no justifica el desconocimiento de sus virtudes y menos aún la condena moral a la que se pretende someter a la mayoría del pueblo venezolano que ha hecho una opción política legítima y democrática."
Ha llamado la atención que el comunicado, titulado "La verdad nos hará libres", fuera insertado en forma de publicidad pagada a toda página en varios periódicos, cuando su costo es de varios millones de bolívares, cantidad demasiada alta para una pequeña asociación evangélica.
Retrocede la democracia
La organización estadounidense "Freedom House", en su informe "Libertad 2010", señaló que Venezuela se encuentra entre las 25 naciones del mundo donde la democracia retrocedió significativamente.
Los derechos políticos en el país, afirma el documento, declinaron debido a la "adopción de leyes diseñadas para marginalizar a la oposición y que incluyeron propuestas rechazadas en el referendo de 2007".
El estudio sobre 194 países, se halló que China, Egipto, Irán, Rusia y Venezuela siguieron incrementando sus medidas represivas con escasa resistencia de gobiernos libres de otras naciones.
"Freedom House" establece una escala del 1 al 7 para calificar los derechos políticos y las libertades civiles. Cuanto más cerca del 1, mejor calidad democrática.
En el reporte, Venezuela pasó de 4 a 5 puntos, perdiendo la estabilidad que mantenía desde 2006. En cuanto a libertades civiles, recibió la misma nota del año pasado: 4 puntos. Valor que no se han movido desde 2002.
"Aunque Caracas enfrenta múltiples problemas sociales y económicos, Chávez continúa enfocado en incrementar su influencia sobre los medios, la justicia y otras instituciones de la sociedad civil", anota el mencionado dossier.
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