El nuevo Gobierno de Portugal se compromete a ejecutar un Plan de Estabilidad Financiera

El nuevo Gobierno de coalición de Portugal se comprometió este jueves a ejecutar un Plan de Estabilidad Financiera y un Plan de Emergencia Social, además de "iniciar las transformaciones estructurales necesarias para un crecimiento sustentable a todos los niveles" y eliminar las rigideces del sistema, especialmente en los mercados regulados y el mercado de trabajo, que obstaculizan la recuperación económica.

El líder del Partido Social Demócrata (PSD), Pedro Passos Coelho, vencedor de las elecciones legislativas del 5 de junio, y el presidente del Centro Democrático Social (CDS-PP), Paulo Portas, suscribieron esta mañana un acuerdo de gobierno para los próximos cuatro años titulado 'Mayoría para el Cambio', en el que se comprometen a dar estabilidad a la gobernabilidad de Portugal en la legislatura que comienza.

En el apartado 'Formación y Orientación Programática del Gobierno', ambos partidos reconocen la necesidad de crear un gobierno de mayoría para "hacer salir al país de la crisis actual y para crear las condiciones indispensables para el cumplimiento de los compromisos establecidos con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional" a raíz del rescate financiero de 78.000 millones de euros.

Para ello, el Ejecutivo se compromete a ejecutar un Plan de Estabilización Financiera y un Plan de Emergencia Social, tal y como recoge el programa electoral del PSD, así como a dar cumplimiento al Memorando firmado con la 'troika'. "Queremos reconstruir la confianza de la comunidad internacional en Portugal y asegurar el prestigio de nuestro país en el proceso de construcción europea y en la Lusofonía", agregan.

En esta línea, ambos partidos apuestan por "acelerar la recuperación económica y la generación de empleo", en especial para los jóvenes. Para ello, el Ejecutivo "promoverá el aumento de la productividad y de la competitividad como vía para el crecimiento económico prolongado y para la creación de empleo, convirtiéndose en un factor de seguridad para los portugueses", añaden.

Asimismo, se comprometen a garantizar el Estado Social a través de la creación de condiciones para su "sostenibilidad económica, financiera e intergeneracional", asegurando un "justo reparto de los sacrificios" y aplicando una "ética social" en la austeridad que proteja a los sectores más débiles de la sociedad.Disminución del gasto público

Así, el nuevo gobierno de coalición avanza que "iniciará las transformaciones estructurales necesarias para un crecimiento sostenible a todos los niveles". Para ello, reducirá el endeudamiento del Estado y disminuirá el gasto público, principalmente a través de la reducción de cuadros directivos "en todos los niveles del Estado y en todo el sector empresarial", donde aplicará una "cultura del mérito".

En este marco, avanzan que eliminarán las "rigideces" del sistema que obstaculizan la recuperación económica, flexibilizando los mercados regulados y el mercado de trabajo. Además se comprometen a reformar el mercado de alquiler, la rehabilitación urbana y el sistema fiscal, con vistas a "dar valor principalmente al trabajo, la familia y el ahorro", así como a la Seguridad Social, con el objetivo de "garantizar su sostenibilidad y la solidaridad intergeneracional".

Según el documento, estos "objetivos centrales" se desarrollan en un "Acuerdo relativo a las bases programáticas del Gobierno de Coalición" que el futuro primer ministro, Pedro Passos Coelho, dará a conocer una vez formado el equipo de Gobierno.

En una entrevista a Financial Times, Passos Coelho aseguró que el próximo ministro de Finanzas "será completamente independiente del Gobierno y del Parlamento". Entre sus primeras acciones, avanzó que se privatizará un canal de la televisión pública RTP y el 49 por ciento de Aguas de Portugal, entre otras medidas, para hacer frente a dos años de dos por ciento de recesión, según previsiones de la 'troika'.

Previsiblemente la toma de posesión de los nuevos ministros se realizará la próxima semana con el objetivo de que el nuevo Gobierno participe en el Consejo Europeo del 23 y 24 de junio, una meta que será posible cumplir después de que el Partido Socialista anunciara hoy que renuncia a recurrir ante el Tribunal de Constitucional el recuento de votos de emigrantes en Brasil y que apostará por otros métodos de esclarecimiento.