El presidente de Tanzania, Jakaya Kikwete, se ha comprometido a poner fin a los asesinatos y mutilaciones de personas albinas en el país. Estos asesinatos se producen por la falsa creencia que las partes del cuerpo de las personas albinas traen buena suerte, tanto en los negocios y en la política, como en el amor.El Gobierno tanzano asegura que la mayor amenaza para los albinos está en los pueblos más remotos de Tanzania, donde ni siquiera llega la electricidad, porque están perdidos en bosques y montañas y los habitantes se rigen por normas diferentes.
Las partes de cuerpos de albinos pueden venderse por varios cientos de dólares en Tanzania y los activistas de derechos humanos han señalado que al menos 70 personas han muerto por esta razón en los últimos años, pero sólo diez personas ha sido detenidas.
Los albinos tanzanos son discriminados, perseguidos y objeto de supersticiones. Hay quien cree que son hijos del diablo o fruto de una infidelidad y en muchas ocasiones se les amputan los miembros para hacer brujería. Son cientos los mutilados, muchos de ellos niños.La esperanza de vida, 30 años
Los hechiceros y brujos, que infundan a la población la creencia de que un brazo o una pierna de albino pueden curar las enfermedades, no son los únicos enemigos de esta población que alcanza una esperanza de vida de 30 años, ni los peores. El sol es otro de los enemigos de esta población. Sus rayos atraviesan su piel, la cual adolece de una falta de pigmentación que también se nota en su pelo y en sus ojos.
También el enemigo está en casa. Las familias son las primeras que repudian a los seres de su misma sangre que nacen con estas características físicas.Un extremecedor testimonio
"Nos matan como a animales. Por favor recen por nosotros", canta una mujer albina en un evento que promueve sus derechos. El Gobierno está movilizando una campaña en las zonas urbanas para acabar con estas prácticas pero ellos mismos lamentan que no tienen medios para conciencias a las poblaciones más rurales.
Hay familias que han tenido que huir varias veces de sus hogares para escapar de aquellos que quieren algo de sus cuerpos. Hace algo de tiempo, unos hombres intentaron llevarse al pequeño May, según la BBC Mundo.
Nació albino y mientras su padre estaba pescando lejos de casa unos atacantes intentaron sacarlo de su casa a pesar de que estaba su madre y sus hermanos dentro. La madre no dudó en coger a su niño y escapar por la ventana, gritando para que los vecinos la ayudaran.
Los agresores no se dieron por vencidos hasta que no vieron las primeras cabezas asomando por las ventanas y las puertas de la aldea.
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