El secuestrador de la tienda judía se reunió en 2009 con Sarkozy

Amedi Coulibaly, el presunto autor de la muerte, ayer, de una policía en Montrouge y que, según fuentes policiales, sería también el secuestrador de la tienda de comida judía en en Porte de Vicennes, al este de París, se reunió en 2009 con el entonces presidente Nicolas Sarkozy, durante un encuentro mantenido con varios jóvenes con contratos temporales para interesarse por las condiciones laborales de los empleados franceses.

En una conversación con el diario Le Parisien, Coulibaly se mostraba abrumado ante el encuentro presidencial. "Es un placer", explicaba, "No sé qué le voy a decir... Empezaré con un "buenos días".

El joven, que entonces contaba con 27 años y vivía en Grande Borne, en el departamento de Grigny, trabajaba en una fábrica de Coca-Cola con un contrato temporal que finalizaba en dos meses. "Si el presidente puede hacer que me contraten...", decía al periódico. Coulibaly explicaba también con una sonrisa cómo, siendo el único varón de su familia, su misión iba más allá de un mero saludo a Sarkozy: tenía el encargo de llevar "fotos y autógrafos" del encuentro para sus nueve hermanas.En su barrio, decía, no tenían "costumbre de visitar con frecuencia el Elíseo".

"La verdad es que Sarkozy no es muy popular entre los jóvenes", decía Coulibaly, "pero no es nada personal, eso es algo común con todos los políticos. Pero encontrarme con él en persona, será impresionante. Nos guste o no, es el presidente", apostillaba el joven.

El secuestrador, que junto a su pareja, Hayat Boumeddiene, mantiene retenidos a cinco rehenes en el establecimiento, ha exigido la liberación de los autores del ataque al semanario Charlie Hebdo, y que permanecen atrincherados en un edificio en el nordeste de París, y ha amenazado con un "baño de sangre" si la Policía no atiende a su demanda. Según el canal RTL, el secuestrador habría afirmado querer vengar a sus hermanos musulmanes fallecidos en Malí durante la operación francesa en el país.