Los mineros, que están siendo preparados para una larga espera pero aún no saben con precisión que su rescate llevará al menos tres meses, aguardan una cámara que se les está enviando para filmarse entre ellos y revisar, por ejemplo, si tienen heridas cutáneas.
Wilson Avalos, tío de dos de los mineros que están atrapados, Renán y Florencio, planea hacer más agradable la espera de sus sobrinos con vídeos y el fútbol es la respuesta.
"Son muy fanáticos del deporte, vamos a tener que mandarles vídeos de los ídolos de ellos (...) Vamos a mandarle los videos de Diego Armando Maradona, Ronaldinho y Pelé. Son muy fanáticos de ellos", dijo Avalos a Reuters.
El grupo de rescate también estudia la posibilidad de establecer comunicaciones telefónicas entre los mineros a 700 metros de profundidad y sus familiares, que poco a poco comienzan a retirarse de "La Esperanza", un improvisado campamento en la pequeña mina de cobre y oro de San José, al norte de Chile.
El accidente activó la señal de alarma sobre la seguridad en las minas en el primer productor mundial de cobre. Si bien en la gran industria cumple con los estándares internacionales, la situación es distinta en los pequeños yacimientos.
Jorge Pavletic miembro de la Sociedad Nacional de Minería dijo el jueves que el regulador del sector Sernageomin ordenó el cierre de 30 pequeñas minas, lo que calificó como una "sobrerreacción" por parte de las autoridades.
"Esta es una caza de brujas que necesita terminar", dijo Pavletic. "No estamos llevando a la gente al matadero", apuntó.
Un portavoz del Sernageomin señaló que no tenía información sobre la medida.
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