España ve excesiva la alarma lanzada contra los pepinos españoles

  • El Gobierno español va a pedir responsabilidades después de que Alemania, Austria y otros países de la UE hayan retirado del mercado pepinos y otras hortalizas procedentes de España. López-Garrido dice que no hay pruebas de que estos productos sean el origen del brote infeccioso de la bacteria E.coli. Algunos de los fallecidos han perdido la vida después de tomar otros productos procedentes del puerto de Hamburgo.
Agencias

"Nosotros no creemos que se deba reaccionar sin ningún tipo de justificación objetiva impidiendo, dificultando el funcionamiento normal del mercado. No son reacciones adecuadas a las normas del mercado interior y al libre mercado que existe en la UE", ha señalado el secretario de Estado español para la UE Diego López Garrido a la entrada del Consejo de Competitividad de la UE.

"No se puede atribuir a España el origen de esa enfermedad.No hay ninguna prueba al respecto y por eso vamos a exigir responsabilidades de quienes han atribuido a España este asunto", ha resaltado, aunque ha eludido concretar qué tipo de responsabilidades pedirá el Gobierno.

López Garrido ha indicado que la Comisión Europea está investigando el origen del brote infeccioso y que "habrá un informe pronto". La Comisión espera recibir el "martes o miércoles" los resultados de los análisis realizados en las dos explotaciones de Almería y Málaga a raíz del brote de una bacteria intestinal detectado en Alemania, según fuentes comunitarias, que han pedido prudencia hasta conocer los resultados.

España pide que Alemania acelere la investigación

Por su parte, la ministra de Sanidad, Leire Pajín, ha afirmado que el Gobierno ha exigido a Alemania que "acelere toda la investigación" para poder conocer con "rotundidad y evidencia" qué es lo que ha ocurrido con los pepinos españoles, que las autoridades germanas han relacionado como la fuente del brote de la bacteria 'escherichia coli' que ha provocado al menos diez víctimas mortales.

Además, según ha señalado en una entrevista en Telecinco recogida por Europa Press, las autoridades españolas han pedido a la UE que se incorpore a la investigación que "está haciendo España dentro de España". "Queremos la máxima transparencia porque no tenemos nada que ocultar, todo lo contrario queremos que éste capítulo se cierre cuanto antes", ha añadido.

Por otra parte, ha insistido en que desde el Gobierno se ha tratado de mantener una comunicación abierta con el Gobierno Alemán y con la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria para tratar de "analizar con detalle y con rigor" en qué parte del proceso ha ocurrido la contaminación.

Finalmente, ha lamentado las acusaciones del país germano, principalmente porque "crean alarma y, además, afectan a productores de un país sin tener ninguna evidencia". A su juicio, ésta actitud es "absolutamente irresponsable", y "precipitada". Motivo por el que, ha añadido, "se ha exigido a Alemania que, hasta que no tengan pruebas, no acusen".

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