Estas son las implicaciones políticas del nuevo Nobel de la Paz: el cuarteto del Diálogo Nacional tunecino

    • Pese a que la decisión fue una sorpresa, el galardón al cuarteto de Túnez lanza un mensaje de optimismo y esperanza para quienes creen que Islam y Democracia no pueden ir de la mano.

Los tunecinos salieron a la calle para protestar por los desmanes de Ben Ali/AFP
Los tunecinos salieron a la calle para protestar por los desmanes de Ben Ali/AFP

Todo había empezado en Túnez como por casualidad. El hartazgo ciudadano por los desmanes de Ben Alí y su familia lo simbolizó con crudeza un joven comerciante que se inmoló rociándose con gasolina tras quitarle la policía su humilde mercancía. La mecha no tardó en hacer explosión y un mes después el dictador abandonaba el país a la fuerza.Túnez protagonizó la primera de la primaveras árabe a finales de 2010 y es el único de país en que parece que triunfa cinco años después de la caída del dictador Ben Ali. Un triunfo que el jurado del Premio Nobel de la Paz ha valorado positivamente por el esfuerzo de las instituciones y los ciudadanos para consolidar el cambio democrático.

Túnez fue el origen de la Primavera Árabe y, en contra de lo ocurrido en otros países de Oriente Próximo y el norte de África, ha dado pasos en aras de una "transición democrática". Un "factor esencial" en este desarrollo tuvo lugar el año pasado, cuando el país celebró elecciones pacíficas que terminarían desembocando en una nueva Constitución.¿Qué implicaciones políticas subyacen en esta decisión? Pese a que la decisión fue una sorpresa para muchos porque las quinielas señalaban al Papa Francisco por su mediación en el fin de las tensiones entre Cuba y EEUU o al acuerdo nuclear entre Irán y EEUU, el galardón al cuarteto de Túnez lanza un mensaje de optimismo y esperanza para quienes creen que Islam y Democracia no pueden ir de la mano.A la caída de Ben Ali en 2010, le siguieron unos años difíciles por la depresión económica y una caída del PIB del 1,8 por ciento en 2011.El turismo, uno de los motores de Túnez, es uno de los sectores más afectados por la inestabilidad y la amenaza yihadita. Este verano varios atentados islamistas sembraron el terror en la capital del país, destino de turistas británicos y alemanes, pese a que los servicios de inteligencia están luchando por neutralizar a los terrorista. El Nobel es también un reconocimiento a su labor porque el restablecimiento de las instituciones es clave para el avance democrático.Unos de los mayores problemas de Túnez es paro, que afecta al 17 por ciento de la población frente al 13 por ciento que había antes de la revolución. "Después de la primera fase política, ahora el apoyo económico y luchar contra la exclusión social y el terrorismo, son los retos de la segunda fase de la revolución", afirma el líder islamista, Rachid Ganuchi a www.lainformacion.com en una entrevista realizada hace un año, en vísperas de las elecciones.El nuevo Premio Nobel, el cuarteto de Diálogo Nacional de Túnez constituido en el verano de 2013, está formado por cuatro organizaciones de la sociedad civil: la central sindical UGTT, la patronal UTICA, el sindicato de abogados y la Liga Tunecina para los Derechos Humanos.

Estas organizaciones representan diferentes sectores y valores de la sociedad tunecina y, unidas, defendieron la transición política en un momento en el que el país estaba al borde de la guerra civil. La labor del grupo ha sido clave para que Túnez haya avanzado hacia un sistema constitucional que no cuajado en el resto de países que escenificaron la Primavera Árabe. Hace cinco años, fuimos testigos de un espectacular levantamiento popular que en solo unos meses disolvió décadas de dictadura. Comenzaba un peculiar camino hacia la democracia que solo Túnez ha sido capaz de asimilar.

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