La sombra de Sadam planea sobre el Estado Islámico. Desde que los yihadistas tomaron la segunda ciudad iraquí, Mosul, las teorías sobre si recibieron o no ayuda externa siempre estuvo presente, dada la rapidez con la que avanzaron y la poca resistencia que encontraron. Tres meses después, documentos que los militares iraquíes han decomisado al Estado Islámico, ayudan a explicar los éxitos de éste en el campo de batalla.
Para los analistas la toma de Mosul solo fue posible con la colaboración del Ejército Naqshbandiya, una de las corrientes sufíes del sunismo más extendidas por Irak. "Muchos de los hombres leales al antiguo régimen, incluidos miembros de inteligencia y de la Guardia Republicana iraquí, forman parte de los Hombres del Ejército Naqshbandiya (JRTN)" señala The New York Times y añade que Izzat Ibrahim al-Douri es su líder.
"Sin una alianza coordinada con otros grupos suníes no hubieran podido controlar Mosul", explica el analista de Washington Institute for Near East Policy, Michael Knights. "En alguna áreas de Mosul, Kirkuk y Tikrit, los miembros de Naqshbandia toman las decisiones", concluye.
Estas hipótesis están tomando fuerza a medida que avanzan el Estado Islámico y sus conquistas son más evidentes. En un artículo, Las capacidades militares y terroristas del avance de ISIS, asegura que dos hombres fuertes de Sadam Hussein están trabajando con Abu Bakr al-Baghdadi. Entre ellos se encuentran ex oficiales iraquíes como Fadel al-Hayali, el segundo en Irak, que llegó a servir a Saddam como teniente coronel, y Adnan al Sweidawi, ex teniente coronel que ahora dirige el consejo militar del grupo.
El currículum del grupo de líderes, descrito por un experto iraquí y funcionarios estadounidenses de inteligencia que han visto documentos que los militares iraquíes han decomisado al Estado Islámico, ayuda a explicar los éxitos de éste en el campo de batalla: sus líderes aumentaron las aptitudes militares tradicionales mediante técnicas terroristas refinadas a través de años combatiendo a los soldados estadounidenses, al tiempo que cuentan asimismo con profundos conocimientos y contactos locales.
No solamente los antiguos miembros de ejército iraquí estarían apoyando a los yihadista. Al parecer, los islamistas cuentan el apoyo de otros miembros del partido Baath, 12 miembros wali o jefes tribales y otras ocho personas se encargan de gestionar las finanzas o el encarcelamiento de prisioneros. Con ayuda de los colaboradores de Sadam Hussein, el Estado Islámico se ha convertido en un verdadero ejército capaz de cometer atrocidades propias del Medievo.
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