Extorsión, opio y miel: así se financian los talibanes

    • Los talibanes consiguen entre 100 y 200 millones anuales gracias a la venta de opio y el contrabando con recursos naturales, según Foreign Policy.
    • El cultivo de amapola para opio en Afganistán registró un récord en 2014, pese a la costosa política antidroga de los occidentales en ese país.
Los talibanes secuestran a 500 niños en una escuela militar de Pakistán
Los talibanes secuestran a 500 niños en una escuela militar de Pakistán

Drogas, frutas, extorsión…estas son algunas de las fuentes de financiación de los talibanes de Afganistán, un grupo fundamentalista que creíamos en extinción, pero que esta semana se ha anotado su mayor victoria desde 2001, lo que supone un revés para el presidente Ashraf Ghani.

El ataque refleja un cambio en los esfuerzos de los talibanes en el norte de Afganistán desde el sur. El de ayer fue el segundo intento por capturar Kunduz este año. No en vano, la ciudad está situada a 400 kilómetro al norte de Kabul y las fronteras de Tayikistán. Tiene una población de mayoría pastún y había sido un bastión de los talibanes antes de la invasión de Estados Unidos.

Pese a que varios informes revelaban divisiones internas e incertidumbre en torno a cómo se reorganizaría la cúpula de este grupo radical, la semana pasada toda la organización respaldó el liderazgo del Mulá Akhtar Mansour. Este grupo estuvo en el poder en Afganistán en 2001 y aún controla algunas zonas del país donde impera la ley islámica.

Uno de los mayores interrogantes respecto al grupo insurgente es su financiación. Los talibanes consiguen entre 100 y 200 millones anuales gracias a la venta de opio y el contrabando con recursos naturales, según Foreign Policy. El cultivo de amapola para opio en Afganistán registró un récord en 2014, pese a la costosa política antidroga de los occidentales en ese país.

No es el único recurso de los insurgentes. Una investigación reciente de la BBC desvela que la venta de miel es una de las fuentes de financiación de los talibanes. "La red Haqqani tiene negocios en Afganistán, Pakistán y en los países del Golfo Pérsico entre los que se incluye la venta de miel de abeja", asegura Barnett Rubin, analista internacional y miembro del Centro Internacional de Cooperación.

No obstante, la mayoría del dinero con que los talibanes logran financiar sus actividades lo consiguen gracias a los impuestos de extorsión a los comercios y la protección de expendio de drogas así como cobro de peaje robo de suministros a comerciantes o pago de empresas extranjeras que prefieren pagar a los talibanes antes que al ejército. Sin ir más lejos, en enero de 2010, un informe del Senado reveló que las empresas de seguridad privada que trabajan en Afganistán contratadas por EEUU contribuyeron a llenar las arcas de los talibán.

La toma de Kunduz refleja que los talibanes vuelven a golpear con fuerza pese a los esfuerzos del presidente Ashraf Ghani por pacificar el país. Afganistán atraviesa una de sus etapas más sangrientas después de que las fuerzas nacionales se hicieran responsables de la seguridad. Además, el hecho de que no formen parte de ningún otro grupo insurgente, ni se hayan aliado con ningún grupo yihadistas a nivel global es un motivo más para que los talibanes continúen sembrando el terror en el país para aclarar que ningún otro grupo que no sea el suyo impondrá su autoridad islámica sobre los afganos.

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