El líder libio, Muamar al Gadafi, subraya su opinión de que la imagen de la rebelión contra su régimen se ha falsificado en el exterior y que en realidad está combatiendo a terroristas, al tiempo que destaca lo que considera su papel como garante de la paz internacional y en las amenazas para Occidente si la situación degenera.
"Libia tiene un papel para la estabilidad" internacional, subrayó en una entrevista emitida hoy por el canal de televisión "France 24" Gadafi, que advirtió de que "se espera que Libia impida que millones de negros atraviesen el Mediterráneo para ir a Europa, a Italia o a Francia".
Asegura que "Libia tiene buenas relaciones con Estados Unidos, con la Unión Europea" y considera que en la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre su represión de las protestas "no se ha tenido en cuenta Al Qaeda", que contaba en Libia con "células durmientes" que han actuado contra la policía, el ejército y la población.
Recuerda igualmente que en su país están instaladas grandes empresas occidentales, y cita entre otros los casos de las italianas y las españolas, que "han olvidado sus intereses".
El otro gran mensaje del líder libio para los occidentales en esta entrevista a la televisión francesa, ha sido el que lleva repitiendo en todos sus discursos desde que comenzara la rebelión: que muchos medios de comunicación internacionales "han manipulado la realidad" sobre lo que ocurre en su país.
Habla de "complot" porque "se ha dado una imagen de las manifestaciones que se ha deformado", y lo atribuye a la estrategia de Al Qaeda, pero también al "colonialismo" persistente que ha primado en periodistas extranjeros.
Así justifica que se les hubiera prohibido el acceso. No obstante, añade que ahora invitan al mundo a que observe lo que ocurre en Libia.
Preguntado por la propuesta de intermediación del presidente venezolano, Hugo Chávez, Gadafi responde que "hay que desembarazarse de la gente armada" que se ha rebelado contra su régimen, entre los que dice que hay "traidores" y "terroristas". Se muestra convencido de que la población va a actuar contra ellos.
En cuanto a la posibilidad de que países como Francia o el Reino Unido reconozcan al poder que se ha constituido en Bengasi, replica que esa posibilidad "hace reír", antes de descalificar ese tipo de iniciativas como una "injerencia en los asuntos internos" de Libia.
Y devuelve la pelota señalando que él también podría pronunciarse sobre asuntos de política interior francesa, como Córcega, o sobre otras cuestiones internas italianas, como Cerdeña o el separatismo de Padania.
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