"¡Gritad 'viva Al Sisi'!", piden los militares a los votantes egipcios

  • "Gritad 'viva Al Sisi', que el mundo vea que los egipcios sois libres", indica uno de los militares que custodian un centro de votación en el barrio popular cairota de Imbaba a un grupo de mujeres que acababa de votar "sí" en el referéndum constitucional que se celebra hoy y mañana en Egipto.

Imane Rachidi

El Cairo, 14 ene.- "Gritad 'viva Al Sisi', que el mundo vea que los egipcios sois libres", indica uno de los militares que custodian un centro de votación en el barrio popular cairota de Imbaba a un grupo de mujeres que acababa de votar "sí" en el referéndum constitucional que se celebra hoy y mañana en Egipto.

El militar alude al jefe del Ejército egipcio y ministro de Defensa, general Abdel Fatah al Sisi, verdadero protagonista de este referéndum.

Es fácil saber que las mujeres han votado a su favor y del proyecto de Carta Magna, porque nadie vela en ese colegio por la protección del carácter secreto del sufragio.

Más de 52 millones de egipcios están llamados a votar por la nueva Constitución impulsada por el régimen promilitar surgido del golpe de Estado que el 3 de julio de 2013 derrocó al presidente del país, el islamista Mohamed Mursi.

Por lo que pudo constatar Efe en diferentes colegios electorales de la capital egipcia, quedan pocas dudas sobre el triunfo aplastante del "sí" a la Carta Magna.

Resulta casi imposible encontrar a ciudadanos que reconozcan haber votado en contra de la Constitución, y en ocasiones, hay hasta quien señala qué casilla se debe marcar.

Una mujer analfabeta que acude en este mismo colegio a "ejercer su obligación al voto", como ella misma califica su participación en el referéndum, muestra su desconocimiento a una joven y le pide ayuda para votar.

"Tiene que marcar donde usted considere, a favor o en contra", explica la chica, aunque, segundos después, corta por lo sano: "Mire, haga una marca aquí, en la azul", dice la chica, señalando la casilla del "sí".

Muchos se acercan a votar portando fotos de Al Sisi o banderas egipcias, y es raro no escuchar a los egipcios salir de los colegios gritando consignas a favor de la Constitución como el futuro de Egipto.

"El pueblo egipcio es un pueblo faraónico, con antecesores faraónicos, y el ejército está para protegerlo, desde Amosis I hasta Al Sisi. Yo di mi sangre por este país luchando en la guerra de 1973 (contra Israel), y por eso he venido a votar hoy que sí a la Constitución", dice un votante identificado como Atiya Ahmed Atiya.

Sin grandes aglomeraciones en las puertas de los colegios, los egipcios que han decidido participar en el referéndum llegan a los colegios con alegría y, en ocasiones, sin haberse leído la Constitución, e incluso, sin saber qué se vota exactamente.

"¡Puedo votar lo que yo quiera!", exclama una anciana en una conversación con el presidente de una mesa electoral en el Instituto de Bellas Artes en el acomodado barrio cairota de Zamalek, que no acaba de creerse que pueda ejercer con libertad su derecho al voto.

Para muchos, apoyar el referéndum constitucional significa apoyar la figura del ministro de Defensa, visto por ellos como el salvador, y la hoja de ruta que estableció el Ejército tras la destitución de Mursi.

"Yo digo que sí a Al Sisi, digo que sí a la Constitución, y quiero que Egipto cambie. Basta de inestabilidad", grita Abla Moharram, mientras observa con indignación los destrozos causados por una explosión de origen desconocido junto a un tribunal de Imbaba.

Las Fuerzas Armadas -se han desplegado más de 160.000 militares y 200.000 miembros de las fuerzas de seguridad- vigilan la seguridad y se sienten protagonistas en el proceso.

Algunos de ellos se prestan gustosos a posar junto a niños e incluso piden a los votantes que se fotografíen con ellos.

En la mayoría de los casos, los votantes acuden también como muestra de rechazo a los Hermanos Musulmanes, organización declarada terrorista por el gobierno interino, y a los que se acusa de los últimos incidentes y atentados que han ocurrido en el país desde la caída de Mursi.

"Los Hermanos Musulmanes son el diablo, son asesinos, quieren matar a nuestros hijos, destrozar el país. Mirad lo que han hecho contra nuestro trabajadores, que Dios se los lleve pronto", grita Nayla Ahmed, una mujer con "niqab" (velo que cubre la cara) que también protesta a las puertas del tribunal atacado.

Otra votante, Manal, sintetiza la atmósfera reinante: "Hoy, si Dios quiere, Egipto ganará. No pasará nada porque aquí están nuestros hombres, nuestros militares, que están para protegernos a todos y evitar que pongan bombas".

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