Hillary Clinton alcanza el número mágico de delegados para la nominación demócrata

  • Se convierte en la primera mujer investida por un gran partido de Estados Unidos para las elecciones presidenciales.

    Sin embargo, Bernie Sanders mantiene el desafío, espera ganar en California y convencer a los superdelegados de que cambien de opinión

Clinton se hace con la victoria en las primarias demócratas de Puerto Rico
Clinton se hace con la victoria en las primarias demócratas de Puerto Rico

Hillary Clinton cruzó este lunes el umbral de delegados necesario para obtener la nominación demócrata a la Casa Blanca, convirtiéndose en la primera mujer investida por un gran partido de Estados Unidos para las elecciones presidenciales.

Pero la exsecretaria de Estado no cantó victoria, temiendo una desmovilización de sus seguidores en las seis primarias del martes, incluido el estado de California, donde su rival Bernie Sanders espera arrancar una victoria simbólica.Estamos al borde de un momento histórico, pero todavía tenemos trabajo que hacer.

Sigamos luchando por cada voto: https://t.co/Z9i6JSIBRV— Hillary Clinton (@HillaryClinton) 7 de junio de 2016

Sanders respondió instantáneamente, insistiendo en que ningún demócrata puede adjudicarse la nominación hasta la convención partidaria, del 25 al 28 de julio, en Filadelfia.

Clinton alcanzó el número mágico de 2.383 delegados necesarios para la investidura, incluyendo los delegados obtenidos en las primarias y los superdelegados, funcionarios elegidos y otras figuras del partido que son libres de decidir su voto durante la convención, según la agencia AP.

La candidata dijo a seguidores en Long Beach, cerca de Los Angeles, que "según las noticias, estamos al borde de un momento histórico, sin precedentes".

"Pero tenemos trabajo por hacer, ¿verdad? Tenemos seis elecciones mañana (martes) y vamos a luchar duro por cada voto, especialmente aquí en California", añadió.

Clinton iba con seguridad a superar el número mágico en las primarias del martes (California, Nueva Jersey, Nuevo México, Montana, Dakota del Sur y del Norte), donde solo le bastaban un par de docenas de delegados. Pero cruzó el umbral el lunes presuntamente luego que nuevos superdelegados se comprometieron a apoyar su candidatura, indicaron los medios estadounidenses.

La campaña de Sanders lo calificó como una "conclusión apresurada".

El senador marcha detrás de Clinton a 800 delegados de distancia y también pierde la votación popular por más de tres millones de votos, según el portal RealClearPolitics.com.

"Si el voto popular es apabullante y hay muchos más delegados en su campo, en mi opinión, es un poco loco no unificar el partido y avanzar para derrotar a Donald Trump", dijo a la AFP, Nancy Worley, jefe del partido Demócrata en Alabama y una superdelegada que anunció por primera vez este lunes, a AP, que apoya a Clinton.

Convertida ahora en la virtual nominada demócrata -ocho años después de oficializar su derrota en el duelo por la nominación contra el entonces senador Barack Obama- la exprimera dama entrará en batalla contra el candidato republicano, Donald Trump, quien aseguró su posición hace un mes.Duelo Trump Clinton

El duelo entre una mujer y un hombre de negocios sin experiencia política en los comicios del 8 de noviembre será sin precedentes en la historia estadounidense, punto final de una temporada política sin igual, marcada por la ira de los votantes republicanos y un rechazo a las élites de un lado al otro del espectro político.

Respaldada con triunfos en los territorios de Islas Vírgenes y Puerto Rico el fin de semana y con la apuesta a cerrar con broche de oro adjudicándose California, bastión progresista y el estado más poblado del país, Clinton evitó el triunfalismo, evocando al mismo tiempo el carácter histórico de su candidatura.

"Mis seguidores son apasionados", dijo, principalmente porque "creen que tener una mujer de presidente enviará un mensaje fuerte, un mensaje histórico sobre el tipo de país que somos y en lo que creemos". "Es muy emotivo", añadió.Ahora espera unificar el partido

Con la nominación en el bolsillo, Clinton deberá pronunciar un discurso la noche del martes en su feudo de Nueva York, donde se espera un llamado a unificar el partido tras meses de agrias disputas internas.

"Debemos estar unidos camino a la convención para atacar a Donald Trump y repudiar su tipo de campaña" porque "hay mucho en juego", dijo, expresando esperanza de que Sanders "me acompañe".

El presidente Barack Obama ha lucido impaciente por entrar abiertamente en la campaña, y se espera un pronto respaldo a Clinton. La Casa Blanca sugirió que las próximas 48 horas serán cruciales.Sanders desafía

Pero el senador por Vermont multiplica los actos de desafío. Denuncia todo cálculo que incluya a los superdelegados, a los que afirma poder convencer de cambiar de lealtad antes de la cita en Filadelfia. Más de 500 de los 700 superdelegados se han unido a Clinton.

"Clinton no tiene y no tendrá el número requerido de delegados designados por las primarias para asegurar la nominación", dijo su portavoz Michael Briggs en un comunicado. "Ella dependerá de los superdelegados, que no votan hasta el 25 de julio y que pueden cambiar de opinión entre ahora y entonces", añadió.

Desde la campaña de Sanders han señalado que su tarea hasta la convención es "lograr convencer a esos superdelegados de que Bernie es, con mucha diferencia, el candidato más fuerte contra Donald Trump"Hillary Clinton, una ambición puesta a prueba

Hillary Clinton suele citar a su ídolo Eleonor Roosevelt, esposa del expresidente demócrata Franklin Roosevelt: para hacer política cuando se es mujer "debes tener la piel tan gruesa como un rinoceronte".

En las iglesias, los cafés, en los mitines, Hillary Clinton recurre a contar anécdotas sobre las pruebas a las que ha sobrevivido en cuatro decenios en la política. "Tengo cicatrices para probarlo", afirma.

Eso sin contar las acusaciones republicanas en su contra de mentiras, fraude, clientelismo e incluso de muertes.

La mayoría de los estadounidenses la considera deshonesta. Y sin embargo Clinton ha sobrevivido y a sus 68 años se encuentra a las puertas de disputar la Casa Blanca, siendo la primera mujer que lo hace a nombre de uno de los grandes partidos estadounidenses.El escándalo, su salto a la política y su paso como secretaria de Estado

Pese a la humillación que significó el adulterio de Clinton, Hillary se bate con uñas y dientes para impedir que sea destituido por perjurio en el caso Monica Lewinsky, mientras que al mismo tiempo ambos se someten a terapia de pareja.

Los estadounidenses se ponen de su lado. Nunca su popularidad llegó a niveles tan altos como el 67% de favorabilidad que una encuesta de Gallup le calculó en diciembre de 1998.

Cuando se aproximaba su partida de la Casa Blanca, se lanza a la política y es elegida en noviembre de 2000 senadora por el estado de Nueva York.

En 2004 evita involucrarse en la disputa presidencial, pero en 2008 se lanza en la disputa contra Barack Obama quien la vence recordando su voto a favor de la guerra de Irak.

Hillary Clinton convirtió su experiencia en su eslogan de campaña y prometió convertirse en una nueva 'Dama de Hierro'; pero no convence a su partido que escoge al neófito Obama para encarnar la opción de cambio.

Obama la convierte en su secretaria de Estado. Hiperactiva pero sin logros reales, señalan sus detractores.

Los republicanos la acusan de incompetencia tras los atentados de Bengazi en Libia, donde mueren cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador.

Su decisión de usar su correo electrónico privado, en lugar de las cuentas oficiales, crea un nuevo affaire para Hillary Clinton que sus enemigos aprovechan para mostrarla haciendo gala de querer estar por encima de la ley.

Sus cuatro años como jefa de la diplomacia sin embargo son la credencial que le permite cimentar la imagen de una estadista, lista a asumir el comando del país.

Es esa imagen, mezcla de dureza y frío realismo, la que le ha permitido vencer al idealismo de Bernie Sanders y apoderarse por fin de la candidatura demócrata.

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