Hugo Chávez viaja a Cuba a pedir la bendición del Papa

  • El sentido religioso que el mandatario le ha dado a su vida tras la recurrencia de su cáncer, le hace acercarse a Cristo pidiendo la intervención cósmica en la cura. En estos momentos, las relaciones con la jerarquía Católica venezolana - y lo sabe bien Benedicto VXI - son nulas. Si hay reunión, pudiera haber paz.
Rafael del Naranco (Caracas)

Hugo Chávez Frías, presidente de Venezuela, partió en horas de la noche de ayer sábado hacia Cuba con el propósito de dar inicio al tratamiento de radioterapia, a razón de la recurrencia de un cáncer que le fue detectado en junio del año pasado.

Esa es la información oficial; paralelamente hay otra que las propias circunstancias apoyan, y el jefe del Estado caribeño avala con sus expresiones de profundo sentido místico.El líder de la revolución bolivariana busca un acercamiento con Benedicto XVI y hasta un perdón a recuento de sus desalmados ataques a la jerarquía eclesiástica en los últimos años.A este tenor, si Chávez es recibido o lo bendice el Papa durante su estancia en la isla, sería un aval -el 92 por ciento de los venezolanos profesa la fe católica- en momentos decisivos de la campaña presidencial del próximo 7 de octubre.

El Pontífice está al tanto de la ideología izquierdista que impera hoy en la nación de Simón Bolívar, y la opinión de Ratzinger con respecto a los hermanos Castro y su radicalismo dominante, se conoció a su salida de Roma: “Es evidente que hoy en día la ideología marxista como era concebida ya no responde a la realidad”, afirmó.

Hugo sigue el lineamiento comunista de Cuba - “único camino a seguir” -, aún repitiendo tenazmente a raíz de su enfermedad: “Jesús es mi comandante y en él viviremos y venceremos”.

Benedicto XVI no debe haber olvidado los insultos del presidente contra el cardenal Rosalio Castillo Lara, hoy fallecido, al que llamo públicamente en radio y televisión, “bandido, pantomima, inmoral y golpista”. El purpurado, ex gobernador del Vaticano, estrecho colaborador de Juan Pablo II, fue amigo personal del actual Pontífice.

De la misma forma, el ex teniente Coronel tuvo duras expresiones contra Ignacio Velasco, entonces cardenal- Arzobispo de Caracas, a quien culpó de haberlo conminado a firmar la renuncia al cargo de presidente, cuando lo fue a visitar a la isla La Orchila estando preso después del efímero golpe de Estado el 11 de abril de 2002.

A partir su llegada al poder, las relaciones de Chávez con la Iglesia han pasado de tirantes a ser casi inexistentes. A los prelados miembros de la Conferencia Episcopal los acusa de intentar socavar las bases políticas de su gobierno.

Los obispos - en sus cartas pastorales - vienen denunciando hechos que deben ser corregidos en relación con los derechos humanos, la situación de los presos políticos, y la alta inseguridad imperante en el país con docenas de asesinatos cada mes.

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