Human rights watch acusa a la ue de “poca disposición” para combatir los abusos sobre derechos humanos


La Comisión Europea y a los Estados miembro de la UE mostraron el año pasado “poca disposición” por mejorar las herramientas existentes para hacer frente a los abusos cotidianos contra los derechos humanos.
Así lo afirma Human Rights Watch (HRW) en su “Informe Mundial 2014”, de 667 páginas y dado a conocer este martes, en el que señala que líderes comunitarios reconocieron que en 2013 hubo “persistentes violaciones de los derechos humanos y problemas relacionados en una creciente intolerancia” en la UE, pero “no implementaron una acción concertada”. "Mucha retórica sobre derechos, pero pobres resultados", resume.
En la 24ª edición de su informe anual, HRW documenta la evolución de la UE en los temas de inmigración y asilo político, discriminación e intolerancia y contraterrorismo y destaca los mayores acontecimientos en 11 países, entre ellos Croacia, que entró en la Unión Europea el pasado 1 de junio.
Esta organización señala que los ministros de Interior reconocieron el pasado mes de junio la necesidad de una respuesta más enérgica a las violaciones de los derechos humanos dentro de las fronteras de la UE, pero añade que “la Comisión Europea y los Estados miembro mostraron poca disposición por mejorar las herramientas existentes para hacer frente a los abusos cotidianos, prefiriendo centrarse en un nuevo mecanismo para responder a las crisis excepcionales del Estado de Derecho”.
Judith Sunderland, subdirectora interina para Europa Occidental de HRW, subraya que “el respeto por los derechos humanos se mide en hechos y no palabras”. “La gente común, desde las personas sin hogar en Hungría, a los adolescentes negros y árabes constantemente detenidos por la policía en Francia y los solicitantes de asilo sirios en Grecia, está pagando el precio por la falta de una imposición robusta del cumplimiento de los derechos”, añade.
HRW recalca que el racismo y la homofobia “siguieron siendo problemas graves en la UE”. “Los romaníes, los inmigrantes y los solicitantes de asilo están especialmente marginados, mientras que los musulmanes europeos son víctimas de discriminación en muchos ámbitos, entre ellos en el ejercicio de la libertad religiosa”, apunta.
ASILO E INMIGRACIÓN
Por otro lado, señala que la UE adoptó el pasado mes de junio nuevas medidas para un sistema común de asilo con normas revisadas sobre los procedimientos y las condiciones de recepción, pero, en la práctica, “los solicitantes de asilo afrontan vacíos de protección en numerosos países”, sobre todo en relación a las personas que huyen del conflicto en Siria.
HRW recoge que la muerte de más de 360 inmigrantes y solicitantes de asilo en un naufragio el pasado mes de octubre centró la atención de Europa en la migración en barco, pero lamenta que “las respuestas políticas se enfocaron en la vigilancia y la disuasión con muy pocas medidas para ayudar a prevenir la pérdida de vidas mediante rescates inmediatos, para evaluar y proporcionar los requisitos de protección y para garantizar desembarques rápidos y seguros”.
Human Rights Watch concluye que, a pesar del compromiso de colocar los derechos humanos “en el corazón” de su política exterior, “la UE pareció carecer de cualquier acción política para asegurar mejoras en los países que se caracterizan por la represión sistemática de los derechos, desplegó enfoques a veces inconsistentes de cara a los problemas de derechos humanos en países de todo el mundo y no adoptó un mensaje común sobre socios estratégicos como Rusia y China”.

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