Indignación en Kabul en el entierro de periodista asesinado por los talibanes

  • El periodista afgano Ahmad Sardar, su mujer y dos de sus hijos fueron enterrados hoy en Kabul, después de que los cuatro fueran asesinados el pasado jueves durante el ataque talibán al lujoso Hotel Serena, informaron la familia y amigos.

Kabul, 23 mar.- El periodista afgano Ahmad Sardar, su mujer y dos de sus hijos fueron enterrados hoy en Kabul, después de que los cuatro fueran asesinados el pasado jueves durante el ataque talibán al lujoso Hotel Serena, informaron la familia y amigos.

Cientos de personas, incluidos periodistas y miembros del Gobierno, se congregaron ante la casa de la familia Sardar en el centro de Kabul para acompañar a los cuatro féretros hasta el cementerio de Shuhadai Salihin, a unos 15 kilómetros al oeste.

"Ahmad nos decía siempre cómo escapar de un ataque terrorista si te encontrabas en el interior de un tienda o un restaurante, pero hoy somos testigos de que no pudo escapar a la muerte", afirmó a Efe entre lágrimas Ehsan Amiri, de la agencia británica Reuters.

Sardar, de 40 años y corresponsal de la agencia francesa AFP desde 2003, había acudido con su familia a cenar al Serena para celebrar la llegada del Año Nuevo persa, cuando cuatro talibanes entraron en el restaurante y mataron tiroteadas a nueve personas.

Los hijos de Sardar asesinados tenían cinco y cuatro años, mientras que un tercero, de un año, resultó gravemente herido.

"No podía parar de llorar. ¿Cómo puede alguien disparar a quemarropa a un niño de un año?. El hijo más pequeño de Ahmad está en peligro, por favor, rezad", escribió el delegado de la agencia alemana DPA, Subel Bahandari, en su cuenta de Twitter.

"¡Es inhumano! La madre dijo a los atacantes que no disparan a sus hijos y la mataran a ella, pero los salvajes dispararon primero a los niños y después a la madre", dijo a Efe un miembro de Reuters, Habib Totajail, al recordar lo que le contó un empleado del hotel.

"Añadamos nuestros nombres a la lista de periodistas que son asesinados todos los días o hagamos algo al respecto", añadió a Efe el periodista Habib Zahori, del New York Times, mientras se decía, indignado, que no era posible que hubiera ocurrido esa matanza.

Un portavoz de los talibanes, Zabihulá Muyahid, reivindicó el ataque al hotel, situado en el centro de Kabul junto al Palacio Presidencial.

Medios de comunicación y asociaciones de periodistas afganos decidieron el viernes boicotear durante 15 días la cobertura que realizan a los talibanes en respuesta al asesinato de Sardar, al que sus compañeros definieron como "una pieza angular del periodismo".

Como si se tratara de un presagio de lo que iba a suceder, el pasado julio Sardar escribía en Facebook: "Mi hija de cinco años, que está en la guardería, me dijo: 'Papá, ¿los talibanes matan también a los animales?'. Al decirle que no, me respondió: 'Ojalá fuéramos animales'".

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