Irak rechaza la entrada de combatientes kurdos del PKK en su territorio

  • El Gobierno de Irak dijo hoy que rechaza la entrada de combatientes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en territorio iraquí con el fin de preservar la soberanía, la independencia y la seguridad de este país.

Bagdad, 9 may.- El Gobierno de Irak dijo hoy que rechaza la entrada de combatientes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en territorio iraquí con el fin de preservar la soberanía, la independencia y la seguridad de este país.

El Ministerio iraquí de Asuntos Exteriores subrayó en un comunicado que "da la bienvenida a toda solución política y pacífica al problema kurdo en Turquía para poner fin al derramamiento de sangre y la espiral de violencia entre ambas partes", en alusión al Gobierno turco y el PKK.

Asimismo, destacó que la Constitución iraquí y las leyes internacionales no permiten la intervención en asuntos internos de otros países ni que se aproveche el territorio de Irak para afectar la seguridad y estabilidad de ese país o de estados vecinos.

El proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán inició ayer su retirada de suelo turco, en lo que se considera un nuevo paso decisivo en un proceso de paz que deberá poner fin a casi tres décadas de una guerra no declarada entre el Gobierno de Turquía y esa guerrilla separatista.

Combatientes del PKK comenzaron a retirarse de territorio turco hacia sus bases en las montañas Qandil del Kurdistán iraquí, según aseguró la guerrilla.

Por su parte, el Gobierno de la región autónoma del Kurdistán iraquí no se ha pronunciado hasta ahora sobre el rechazo de Bagdad a la entrada de combatientes en esta zona del norte de Irak.

Aunque no hay datos oficiales, se estima que unos 3.000 milicianos del PKK operan en suelo turco, mientras que otros 2.000 permanecen en sus bases de la región montañosa del norte de Irak.

Esta retirada es parte de las negociaciones entre Abdullah Öcalan, el líder histórico del PKK, encarcelado desde 1999, el partido kurdo BDP y el servicio de inteligencia turco, orientadas a acabar con un conflicto que desde 1984 se ha cobrado ya 45.000 vidas.

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