Iraquíes que cruzan el Río Grande

  • La Patrulla de Fronteras de EEUU detuvo entre 2003 y 2008 a unos 200 iraquíes intentando entrar en el país por México.
La frontera mexicana
La frontera mexicana
lainformacion.com
Todd Bensman-GlobalPost PEARSALL, Texas
Todd Bensman-GlobalPost PEARSALL, Texas

Uno de ellos huyó de la ciudad iraquí de Irbil cuando militantes islamistas amenazaron su vida por ser amigo de cristianos; otro salió corriendo de Kirkuk después del asesinato de su padre y del secuestro de un hermano por sus antiguos lazos con el gobierno de Saddam Hussein; el tercero se subió a un avión tras enfadar a los extremistas por resistirse a la llamada a la yihad del clérigo local.

Estas son las historias de tres kurdos iraquíes que se escaparon de su tierra natal y, después de un largo camino a través de México y de cruzar rápidamente el Río Grande ahora languidecen en un centro de reclusión federal en Pearsall, una pequeña ciudad al sur de Texas.

Los viajes de Wshyar Mohammed-Salih, Majeed Aziz-Beirut y Awat Mahmood-Qadir son un ejemplo del apenas conocido movimiento ilegal de iraquíes hacia EEUU a través de la frontera con México desde 2003.

En el centro de reclusión de Pearsall, Wshyar, Majeed y Awat se encontraron a tres de sus compatriotas y, según agentes de Inmigración y Aduanas de EEUU, otros muchos iraquíes ya habían pasado anteriormente por las instalaciones.

Según los detenidos, pagaron a un contrabandista turco 20.000 dólares por cabeza para conseguir visados mexicanos y billetes de avión hasta un punto cercano a Río Grande. Los archivos judiciales indican que cruzaron el río el 12 de marzo, al norte de McAllen.

El número de iraquíes que están llegando legalmente y formando pequeñas comunidades en ciudades estadounidenses no ha pasado desapercibido. El fenómeno de los iraquíes que se escabullen por la frontera recibe en cambio mucha menos atención.

El número exacto se desconoce, aunque las estadísticas indican que el flujo es pequeño pero constante. Según datos obtenidos por GlobalPost, la Patrulla de Fronteras de EEUU detuvo entre 2003 y 2008 a unos 200 iraquíes intentando entrar en el país. Esas cifras no tienen en cuenta a los que lograron cruzar la frontera y que o bien nunca fueron detenidos o lo fueron más tarde. Entre 2003 y 2008 el Departamento de Seguridad Interior localizó a 964 iraquíes ilegales en EEUU. Durante ese mismo periodo unos 2.278 iraquíes solicitaron permiso de asilo.

Ventanilla de escape

La creciente tensión religiosa y política en Irak, predominantemente en el norte kurdo, sumado a una lista infinita de refugiados esperando reasentamiento legal hizo que Wshyar, Majeed y Awat sintieran que sólo tenían un recurso: salir del país sin permiso. Cada uno de ellos notó además que la policía local y las fuerzas de seguridad no eran capaces o no tenían ganas de protegerles. Dos de ellos ni siguieran se molestaron en preguntar; Wshyar asegura que él sí pidió protección a la policía frente al clérigo extremista de Irbil, "pero no hicieron nada".

Ninguno de los tres detenidos consideró jamás solicitar un permiso de entrada legal en EEUU, porque sabían que la espera sería interminable y sólo unos afortunados salen elegidos.

Lograr un visado para EEUU o cualquier otro país "es extremadamente difícil", dice Awat.

Aunque el número de visados concedidos a refugiados ha aumentado, hay cientos de miles de peticiones acumuladas. Se calcula que hay 1,6 millones de iraquíes todavía viviendo en países vecinos, y que otros 2 millones han sido desplazados dentro del propio Irak.

Otras opciones rápidas para encontrar un refugio seguro han desaparecido. De hecho, en los últimos meses países vecinos como Siria y Jordania, que han servido de santuario temporal para cerca de 2 millones de iraquíes, han cerrado sus fronteras a nuevas entradas.

Ninguno de los tres hombres se conocía hasta que un contrabandista con base en Ankara, que sólo se identificó como Murat, los reunió en Turquía para iniciar su viaje. Los tres habían oído hablar a los reclutadores de Murat en las calles de Irbil y Kirkuk de la facilidad que éste tenía para colar iraquíes en EEUU.

La demanda es alta entre quienes se pueden permitir pagarlo, especialmente entre los refugiados cristianos. Muchos iraquíes que han hecho el viaje ilegal a EEUU son cristianos caldeos y asirios, ya que unos 400.000 de ellos fueron expulsados de sus hogares por extremistas islámicos. Sus defensores en EEUU aseguran que este tráfico ilegal continuará debido a la creciente frustración.

"El gobierno de Irak miente a la gente, diciendo que la situación es mejor y que los cristianos pueden volver", asegura Joseph Kassab, director de la Chaldean Federation of America, con sede en Detroit. "La situación lo que está es empeorando. Los que llegan ilegalmente son sólo los que pierden la esperanza en el sistema de EEUU. Puedo entender que EEUU no los acoja a todos, pero podría hacer al menos más de lo que está haciendo".

Al empezar el viaje le dieron a Murat sus pasaportes. Al día siguiente les dieron instrucciones para que se encontraran con él en la Embajada de México en Ankara. Allí, Murat les dio de nuevo sus pasaportes, pero con visados mexicanos.

Desde Ankara los tres iraquíes volaron junto a Murat hasta Dubai, después a Francia y, finalmente a México D.F., a donde llegaron el 3 de febrero. Un mes después, Murat y un contrabandista mexicano llevaron a los tres hombres a las 2.00 pm del 12 de marzo hasta un pequeño barco en la orilla del Río Grande. Un hombre mexicano que esperaba en un camión al otro lado de la orilla, en EEUU, se encargaría de llevarles a un hotel y dejarles allí.

Todos se emocionaron al poner pie en tierra estadounidense. Pero el sentimiento les duró poco. Agentes de la Patrulla de Fronteras cogieron a los tres iraquíes y al conductor del camión antes de poder llegar muy lejos. El conductor fue procesado y los tres iraquíes, detenidos.

Mostrar comentarios