Si se celebraran elecciones generales hoy en Islandia, las ganaría una fuerza política nueva que actualmente sólo cuenta con tres de los 63 diputados del parlamento nacional: el Partido Pirata.
Este es el resultado que arroja la última encuesta del diario islandés de mayor circulación, Fréttablaiðið, y que se une a otras publicadas en los últimos meses por distintos medios del país. Reflejan que el vertiginoso ascenso del Partido Pirata ha corrido paralelo a la indignación popular tras conocer que el primer ministro del país tenía una sociedad opaca en Panamá.
Se trata de la primera encuesta realizada tras el escándalo desatado por la publicación de los Papeles de Panamá en este país. Fue elaborada entre el lunes y martes de esta semana. Antes de la eclosión del escándalo, el Partido Pirata ya había cosechado un gran apoyo entre los votantes islandeses. El mes pasado registraba un apoyo del 38,1%, según una encuesta del mismo periódico, superando incluso a los partidos tradicionales.
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En las elecciones de 2013, los ‘piratas’ islandeses solo obtuvieron el 5,1% de los votos. Según la encuesta de Fréttablaiðið, ha multiplicado su apoyo más de ocho veces desde entonces.Sociedad indignada
El primer ministro del país, Sigmundur Davið Gunnlaugsson, del Partido Progresista (de tendencia liberal o centrista), ha presentado su dimisión al conocerse que fue copropietario junto a su mujer de una empresa afincada en Panamá. Parte de su fortuna fue invertida en bonos de los tres principales bancos que quebraron en 2008 y que causaron el colapso de la economía de la Isla.
La sociedad islandesa reaccionó indignada ante estas revelaciones, especialmente por la actitud del jefe del Ejecutivo cuando fue interpelado en una entrevista emitida este domingo. Gunnlaugsson se enfadó con los periodistas que le hacían las preguntas, les acusó de estar montando un teatro y abandonó el lugar donde estaba siendo entrevistado ante las cámaras.
El ascenso del Partido Pirata se explica por el enfado mayúsculo que buena parte de la sociedad islandesa tiene con sus políticos. No olvidan que en 2009 el país atravesó una durísima financiera que supuso la quiebra total de su economía. Se trató del mayor colapso bancario de la Historia, comparado con el reducido tamaño de su economía (Islandia apenas tiene 330.000 habitantes y un PIB que ronda los 12.000 millones de euros, similar al de Cantabria).
Gudrun Tulinius, una islandesa profesora de español que participa en las protestas que se han organizado en la capital islandesa en protesta contra el Gobierno, confirma a lainformacion.com que el hartazgo de los islandeses hacia los políticos ha aumentado notablemente tras la emisión de la entrevista con su Primer Ministro. Se sienten "muy desilusionados" por todo lo que ha ocurrido y manifiesta serias dudas de que finalmente la dimisión del primer ministro se haga efectiva.
"El Partido Pirata lo está haciendo muy bien, aunque tengo dudas de que, llegadas unas elecciones, los votantes realmente se decidan por ellos", explica. Lo que sí tiene claro es los políticos "han jugado con la gente, y por eso estamos muy molestos".Círculos de poder y pirámides de poder
Los ‘piratas de Islandia’ crearon el partido político a finales de 2012. La misma representante del partido, la activista de Wikileaks y hoy parlamentaria Birgitta Jónsdóttir, reconoce que jamás pensó que su partido iba a ganar tantísima popularidad en tan poco tiempo. Ante la pregunta, ¿por qué tenéis tan apoyo?, no sabe qué responder, aunque le parece que su forma distante de entender el poder tiene mucho que ver: “Trabajamos como círculo de poder y no como pirámide de poder. No tenemos líderes, rotamos de forma responsable y tratamos de seleccionar a la persona que está más cualificada para cada tarea”, respondió hace unos meses al periódico británico The Independent.
Esta fuerza, que nació a raíz de la importancia que cobró su homóloga sueca, se distingue por el aprovechamiento de las nuevas tecnologías para ejercer el derecho al voto: “Tenemos un sistema de votación digital para que cualquier miembro del partido pueda hacer propuestas, que serán votadas a favor o en contra por el resto”.
Se proponen crear un gobierno abierto a las nuevas políticas. Así lo resumió en la mencionada entrevista: “Queremos hacer una democracia abierta, donde la gente tenga a derecho a formar parte en la co-creación de nuestra sociedad. Queremos ser el Robin Hood de los gobiernos, transfiriendo el poder de los poderosos a todos los islandeses. Queremos asegurarnos de que la nación sea la guardiana y dueña de sus recursos. Queremos hacer de Islandia un paraíso para la libertad de la información y la expresión”.
Además de buenas intenciones, el Partido Pirata islandés ha propuesto medidas concretas como:
-Redactar una nueva constitución que sea escrita de forma colaborativa por la gente.
-Reducir la burocracia.
-Convocar un referéndum nacional para decidir la posible adhesión de Islandia a la UE.
-Consensuar con la población qué cantidad se fija como renta básica para el ciudadano.
-Democracia directa: usar la tecnología al máximo posible para participar en la toma de decisiones.
-Acceso irrestricto a la información para poder tomar decisiones.
-Impedir que los derechos de autor se conviertan en una amenaza para la comunicación libre.
"Somos el Partido Pirata, pero los verdaderos piratas son ellos, los que se quedan todo y esconden el dinero en islas exóticas", declaró a la agencia AFP Karl Hedinn, un militante de 21 años de este partido.
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