La batalla de Buda: China contra India

  • Disimulada bajo eventos culturales, visitas oficiales y actos como el Año Lumbini, la sumergida guerra por hacerse con el control de Nepal y su influjo budista sigue quebrando la cabeza a los dirigentes de India y China.
Descubren estatuas de Buda de 1.400 años de antigüedad en la Cachemira india
Descubren estatuas de Buda de 1.400 años de antigüedad en la Cachemira india
Jason Overdorf, Lumbini (Nepal) | GlobalPost
Jason Overdorf, Lumbini (Nepal) | GlobalPost

Durante unas cuantas horas, mientras bailarines importados desde Katmandú saltaban y giraban ante el embelesado presidente de la pequeña república Himalaya, la tranquila ciudad de Lumbini(lugar natal de Buda,en el oeste de Nepal) se convertía en el epicentro de una gran partida de ajedrez que juegan India y China.

Tras una repentina, no anunciada y breve visita del primer ministro chino Wen Jiabao a Katmandú, el presidente nepalí Ram Baran Yadav tomó un avión para participar en la inauguración del Año Lumbini de Turismo de Nepal.

Sin embargo, cuando se dispuso a prender una simbólica antorcha de la paz, bastantes de los presentes se preguntaron sobre la curiosa coincidencia de dicho evento con la detención preventiva, como si de un truco de magia se tratase, de cientos de nepalíes tibetanos en la capital.

La detención de tibetanos no es nada nuevo, por supuesto, y en Nepal siempre circulan rumores sobre teorías conspiratorias. Pero durante los últimos meses se ha desplegado un curioso misterio en torno a Lumbini, la última cabeza de puente en la silenciosa batalla por el legado de Buda entre China e India.

Celebrando eventos, visitas culturales y actos que compiten entre ellos, tanto China como India intentan aprovechar sus vínculos históricos con el budismo para acumular poder en la región.

India quiere utilizar su herencia cultural común para vencer los lazos étnicos de China con el sureste asiático, y China quiere minimizar el daño de su represión a la libertad religiosa en el Tíbet y por su incesante pelea con el Dalai Lama.

"Esto forma parte del esfuerzo de China para usar el budismo como forma de lograr acceder a Nepal y para demostrar a sus budistas que están mostrando la misma atención a la religión fuera del país", asegura Jayaveda Ranade, ex secretario adicional para Asia Oriental del Gobierno indio, sobre un plan chino para el desarrollo de Lumbini.

Yadav no dijo nada sobre China ante la muchedumbre congregada en el lugar de nacimiento de Buda, aunque en Katmandú Wen comprometió más de 140 millones de dólares en ayuda para la construcción de infraestructuras y otros proyectos. Wen también estuvo de acuerdo en considerar la petición de Nepal de extender 1.900 kilómetros la línea férrea Qinghai – Tíbet hasta Katmandú y Lumbini.

"Ambas partes comenzaron a preocuparse sobre esto cuando el Dalai Lama empezó a dar indicios de mortalidad, por así decirlo", asegura Jabin Jacob, del independiente Instituto de Estudios Chinos de Nueva Delhi.  "Si el Dalai Lama está retirándose o si va a apartarse de la escena política, como ya ha hecho, entonces ahí fuera hay un enorme recurso que está todavía sin explotar", explica.

India y China: sus reclamaciones sobre el budismo

El príncipe Gautama Siddhartha, Buda, nació en lo que es hoy día Nepal, pero fue iluminado, logró seguidores espirituales y murió (o alcanzó el nirvana final) en la India. Por ello, Bodhgaya, Sarnath y Kushinagar, en el norte del estado indio de Bihar, siguen siendo los mayores centros de peregrinaje para los creyentes budistas de todo el mundo.

Pero en la India el budismo ha sido subsumido por el hinduismo, y Nueva Delhi ha hecho poco para extender la riqueza generada por el turismo a Lumbini, que muchos consideran menos significativo que los tres lugares de peregrinación indios.

Así que si bien el Ministerio de Turismo de Nepal pretende conseguir atraer a 500.000 visitantes a Lumbini en 2012, no esperan recibir demasiado apoyo por parte de la India, aunque ésta diga que está "más que contenta" de poder contribuir a la campaña.

"La mayor parte de los cuerpos inter gubernamentales no funcionan", dice Adtya Baral, director de publicidad de la Oficina de Turismo de Nepal.

Al mismo tiempo, aunque es bien conocida la represión del budismo tibetano por parte de China, y la India es el hogar en el exilio del Dalai Lama, las otras formas de budismo son la religión que está creciendo más rápidamente en China, mientras que en el país en donde se originó sólo representa a una minoría arrinconada.

En cambio, la generosidad china, al menos en el papel o en los rumores, parece no tener límites.

"Casi el 40 por ciento de los chinos creen en el budismo. Varios líderes chinos practican el budismo, pese a ser miembros del Partido Comunista", afirma Shrikanth Kondapalli, profesor de estudios chinos en la Universidad Jawaharlal Nehru.  "Así que desde ese punto de vista es bastante normal que China esté interesada en los proyectos budistas", añade.

Según Ranade, China celebró en 2006 su primer Foro Budista Mundial, en un intento de impulsar a su candidato seleccionado a dedo, Gyaltsen Norbu, como el legítimo Panchen Lama, después de que la policía secreta supuestamente secuestrase e hiciese desaparecer al niño elegido por los tibetanos en 1995.

Una segunda conferencia celebrada en 2009, cuya ceremonia final se celebró en Taiwán, tuvo como objetivo convencer a las naciones budistas vecinas de que China ha abrazado la religión, pese a su continua oposición al Dalai Lama.

 

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