La coalición de Merkel reconoce algunos errores y la oposición le da un suspenso

  • Berlín.- La coalición de centro-derecha que dirige la canciller federal, Angela Merkel, hizo hoy un balance positivo de sus primeros cien días de gobierno, si bien reconoció "errores de comunicación", mientras que la oposición fue unánime en darle un "suspenso".

La coalición de Merkel reconoce algunos errores y la oposición le da un suspenso
La coalición de Merkel reconoce algunos errores y la oposición le da un suspenso

Berlín.- La coalición de centro-derecha que dirige la canciller federal, Angela Merkel, hizo hoy un balance positivo de sus primeros cien días de gobierno, si bien reconoció "errores de comunicación", mientras que la oposición fue unánime en darle un "suspenso".

El gabinete de Merkel celebra estos primeros cien días fuera de Berlín, con un consejo de ministros bilateral franco-alemán en París, quedando así lejos del aluvión de críticas lanzadas desde la oposición, la prensa y los expertos políticos.

Los jefes de los respectivos grupos parlamentarios de la coalición, el cristianodemócrata Volker Kauder (CDU/CSU) y la liberal Birgit Hombuerger (FDP), defendieron desde "casa" la gestión llevada a cabo hasta ahora, a la vez que anunciaron nuevas medidas para impulsar el crecimiento económico.

"Ya en los próximos meses se presentarán las primeras medidas" anunciaron ambos, en una declaración conjunta firmada también por el jefe del grupo de los socialcristianos (CSU), el ala bávara de la CDU, Hans-Peter Friedrich.

Los tres políticos adelantaron que las iniciativas tienen como objetivo potenciar los coches eléctricos, la ampliación de las redes de internet y desmantelar la burocracia.

El secretario general de la CDU, Hermann Gröhe, reconoció que la "comunicación hacia afuera es mejorable" y desde las página del "Berliner Zeitung" recomendó a su compañeros de partido y coalición "concentrarnos en lo esencial, que es trabajar y trabajar".

La oposición fue radical en su valoración de los primeros cien días, y tanto el jefe del grupo socialdemócrata, Frank-Walter Steinmeier, como la líder del grupo verde, Renate Künast, dieron un claro "suspenso" a la gestión llevada a cabo hasta ahora, tanto en cuestiones de forma como de contenido.

"No recuerdo que hubiera habido nunca antes un comienzo tan malo, tan lleno de errores y traspiés como el de este gobierno", dijo Steinmeier, quien recordó que "en tiempo récord ha habido una dimisión, una remodelación de gobierno y una reunión de crisis".

Steinmeier echó por tierra el "único proyecto aprobado hasta ahora", la denominada "ley para acelerar el crecimiento", que, a su juicio, falla incluso en su calificativo, pues "lo que menos logrará será impulsar el crecimiento".

Con ello, el ministro de Exteriores y vicecanciller de la anterior legislatura aludió a la ley que contempla un aumento de las ayudas familiares, la mejora de las herencias empresariales, así como la reducción del IVA para el sector hotelero.

Steinmeier subrayó que la citada ley pone de manifiesto la política de "clientelismo" seguida por el nuevo Gobierno, una línea que, vaticinó, continuará a lo largo de la legislatura.

Arremetió asimismo contra los planes del ministro de Sanidad, el liberal Philip Rösler, de sustituir el actual sistema de cotizaciones, basado en el principio de que paga más el que tiene mayores ingresos, por una cuota única para todos los que dependen de la sanidad pública, una iniciativa que Steinmeier calificó de altamente insolidaria.

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