La crisis no disuade a los enamorados de regalar flores o chocolate en Suiza

  • Ginebra, 13 feb (EFE).- La palabra 'crisis' está en boca de todos, pero ni la incertidumbre del bolsillo ni las pésimas noticias económicas han disuadido a los enamorados de que en San Valentín pocos regalos son más expresivos que un hermoso ramo de flores o bombones de chocolate diseñados especialmente para la ocasión.

Ginebra, 13 feb (EFE).- La palabra "crisis" está en boca de todos, pero ni la incertidumbre del bolsillo ni las pésimas noticias económicas han disuadido a los enamorados de que en San Valentín pocos regalos son más expresivos que un hermoso ramo de flores o bombones de chocolate diseñados especialmente para la ocasión.

Sin duda, los corazones -en las formas y estilos más variados que uno se pueda imaginar- son un año más los reyes de las chocolaterías suizas en vísperas del día del amor y la amistad.

De todos los tamaños, rellenos de frutas, estampados con flores, con mensajes escritos o decorados con lazos rojos, los chocolateros artesanales han sabido adaptar los corazones a los nuevos tiempos.

Mezcla de tradición y modernidad, cada chocolatería consigue personalizar sus corazones y darles un atractivo especial que los diferencia del resto, haciendo que la oferta sea casi infinita.

También en las floristerías están presentes los corazones, y es que todas las composiciones florales creadas especialmente para el día de los enamorados lo utilizan en el estampado del papel, como varita decorativa o para la forma del jarrón.

Vestidas de rojo y adornadas con enormes corazones o cupidos que cuelgan del techo, las floristerías ya han recibido la mayoría de los encargos de envíos de flores, aunque será el mismo 14 de febrero cuando podrán comprobar a ciencia cierta si la crisis les ha alcanzado también a ellos.

Hasta ahora la flor preferida por los helvéticos es la rosa roja, aunque cada año aumenta el número de personas que busca algo diferente para regalar en esta fecha tan especial y se atreve con orquídeas, tulipanes o lirios.

Para no alejarse demasiado de la tradición, estas composiciones florales suelen incluir alguna rosa, el color rojo o algún corazón.

"Es San Valentín y eso tiene que verse desde lejos en el ramo", dice una dependienta de "Fleurier".

Además de ofrecer opciones para todos los gustos, las tiendas también tienen soluciones adaptadas a todos los bolsillos ante la crisis, que se deja también sentir en la próspera Suiza, donde la tendencia al alza del desempleo se ha venido consolidando en los últimos meses.

En las chocolaterías se puede encontrar desde un bombón coronado con un corazón rojo por 2 francos (1,33 euros) hasta un banco hecho de chocolate en el que reposa un corazón donde se puede leer "Je t'aime" (Te amo) por 50 francos (33,5 euros).

Este mercado no conoce la crisis en Suiza, país que ocupa el segundo lugar en la lista de mayores consumidores de chocolate del mundo, con 12,4 kilos al año por habitante, detrás de Reino Unido, y donde el volumen de ventas creció un dos por ciento en 2008.

Por otro lado, uno de cada tres suizos regalará flores en San Valentín, una opción que no tiene por qué resultar necesariamente cara gracias a la oferta floral de los supermercados.

En estos centros se puede encontrar desde una orquídea especialmente adornada para la ocasión por 12 francos (8 euros) hasta grandes ramos que no tienen nada que envidiar a los de floristerías por 45 francos (30 euros).

No en vano, Suiza es el principal país consumidor de flores de Europa y en el día de los enamorados se realiza un tercio de las ventas anuales de las floristerías, que por ahora aseguran no haber notado un descenso en la demanda.

También en las chocolaterías hay esta semana mucho más movimiento del habitual y suelen estar llenas a medio día, momento en el que los enamorados pueden ir a hacer las compras durante el descanso del trabajo sin que su amada sospeche.

"Yo me llevo esta pareja de pájaros porque me parece un regalo más original que los corazones de todos los años", comentaba un cliente.

El mundo del chocolate ha ampliado sus horizontes y toma formas inesperadas, como las de parejas de animales, tacones, bancos, botellas, rosas o copas de champaña.

Para guardar semejantes tesoros, las chocolaterías ofrecen todo tipo de cajas, desde las tradicionales con forma de corazón hasta unas de madera, pasando por las que simulan ser un libro y otras en las que se puede imprimir una foto de la pareja.

En todo caso, el día de San Valentín es una prueba de que la crisis no merma la creatividad, sino que, por el contrario, la potencia para que todos puedan expresar a través de un regalo lo que quizás no se atreven a decir.

Marta Ragel

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